16 sept 2017

La insolidaria burbuja del fútbol europeo: Mata y Hummels se quedan solos

En abril del año 2016 el programa Salvados, presentado por Jordi Évole en La Sexta, le hizo una entrevista a Juan Mata, el centrocampista español del Manchester United y de la Selección. Esa edición del popular programa pretendía mostrar la otra cara del deporte, y vaya si lo hizo.

Los futbolistas nos tienen acostumbrados a hacer declaraciones casi robóticas, con la idea de no meterse en líos ni de exponer más de la cuenta lo que realmente son. Pero Mata, un poco alejado de estos estándares, afirmó con rotundidad que su sueldo “es una burrada” respecto “al resto de la sociedad” y afirmó que los jugadores viven en una burbuja. “Ganamos una burrada, es algo irreal. Comparado con el 99,9% de los sueldos en España y el mundo, es una burrada”, reiteró.

A principios de este mismo año, el propio Mata, salido de la cantera del Real Madrid, visitó Bombay, en India, con un pensamiento en la cabeza: conseguir desde su posición ayudar a cambiar el mundo. Puso en marcha entonces una iniciativa que consiste en donar el 1% de su salario anual a la organización Common Goal, un conglomerado de hasta 120 ONG que operan en más de 80 países.

El 1% puede parecer una cantidad muy baja, pero es significativa cuando tu sueldo es de 7,6 millones de euros, que es la cantidad anual que percibe Mata por su desempeño con el equipo de Manchester. Eso significa destinar más de 76.000 euros a ayudar a cambiar el mundo.

En un artículo publicado en The Player’s Tribune, un portal web en el que los deportistas narran sus vivencias en primera persona, Mata hizo un llamamiento al mundo del fútbol, buscando otros 10 jugadores, entrenadores o mánagers que se sumaran a él. “Es un gesto pequeño que, en conjunto, puede cambiar el mundo”, escribía.

“Pido a mis compañeros de profesión que se unan a mí. Podemos crear un movimiento basado en unos valores de solidaridad que ayuden al mundo. Yo estoy al frente del proyecto, pero no quiero estar solo”, expresaba Juan Mata. Lo cierto es que su aspiración va más allá: pretende conseguir que el 1% de las transacciones en el mundo del fútbol vayan directamente a obras de caridad para ayudar a mejorar a los más desfavorecidos.

Mata no va nada desencaminado. Un 1% es una cifra que no va a hacer que ninguna de las partes implicadas en una operación se la replantee y, realmente, por sí sola poco puede hacer. Pero cuando empiezas a sumar un 1% detrás de otro, los números empiezan a aumentar.

En el mercado veraniego de traspasos las cinco grandes ligas -España, Italia, Inglaterra, Alemania y Francia- de Europa se han gastado 3.500 millones de euros en fichajes. Hagan las cuentas. Sólo con lo que el PSG parisino ha desembolsado por Neymar y Mbappe, 222 y 180 millones de euros respectivamente, ya se habrían recaudado cuatro millones de euros.
Una respuesta insuficiente

Las aspiraciones de Mata, en cualquier caso, no han encontrado respuesta. Tras más de un mes desde que hizo su llamamiento al mundo del fútbol sólo otro futbolista se ha sumado: Mats Hummels. El defensa central del Bayern de Munich y de la Selección de Alemania ni siquiera conocía a Mata personalmente, ni había hablado con él, pero “una vez que escuche la historia quise formar parte de ella”.

Pero más allá de Hummels, nadie ha querido sumarse a la iniciativa puesta en marcha por el jugador español. Y eso que los salarios son ahora más altos que nunca, en un momento en el que la burbuja del fútbol sigue creciendo sin que se vea un final.

Cristiano Ronaldo y Lionel Messi son, no sin motivo, los dos jugadores que más dinero cobran de sus clubs por su buen hacer sobre el césped. Cada uno de ellos supera sin problemas los 25 millones de euros limpios por temporada, lo que significa que la cifra bruta dobla esa cantidad sin problemas.

Un pequeño esfuerzo supondría una gran diferencia, sobre todo teniendo en cuenta que, según los datos de Forbes, entre junio de 2016 y mayo de 2017 Cristiano Ronaldo se embolsó más de 50 millones de euros netos, sobre todo gracias a los más de 30 millones anuales que saca de sus patrocinadores. Messi, por su parte, superó los 66 millones de euros gracias a los más de 22 millones que ingresa por sus múltiples contratos de patrocinio.

Seguramente si una de estas megaestrellas se sumara al proyecto de Common Goal pondrían en marcha un castillo de naipes que terminaría por sumar a un buen puñado de jugadores y marcas, pero aún tendremos que esperar para ver algo así.
EEUU: una situación opuesta

Los esfuerzos de grandes jugadores, cuya posición a nivel mediático les permite tener un impacto en la sociedad casi inigualable, en Estados Unidos son opuestos. Es cierto que es una situación extrema, pero el mundo del deporte estadounidense se ha ganado todos los elogios posibles por su labor para ayudar a los afectados por el huracán Harvey en Houston y toda la zona de Texas.

Estos esfuerzos los ha personificado JJ Watt, un jugador de los Houston Texans de la NFL, la liga de fútbol americano del país. Watt, natural del estado norteño de Wisconsin, se puso el objetivo de sumar 200.000 dólares para ayudar a los damnificados en Houston, la ciudad en la que juega. Para ayudar a alcanzar ese límite él mismo puso sobre la mesa 100.000 dólares, la mitad de ese total.

La respuesta ha sorprendido al propio Watt. El pasado 5 de septiembre se rebasaba la barrera de los 20 millones de dólares, un número que al final de este viernes estaba ya a punto de superar los 30 millones de dólares gracias a más de 195.000 contribuciones.

Gracias a todo ese dinero han conseguido llenar 10 camiones con productos de primera necesidad como agua, ropa y medicinas, que ya han comenzado a repartir ente los más afectados por un huracán cuyos daños se han cifrado en más de 160.000 millones de dólares, más de 133.000 millones de euros, por parte del Gobierno de Estados Unidos.

Un esfuerzo económico que han realizado muchos de los grandes deportistas del país en un gesto muy habitual en tierras norteamericanas, pero que aún no ha alcanzado el mismo nivel en Europa o en España.

Eso se debe a que, como dice el propio Mata, los jugadores de fútbol europeos viven en una burbuja, muy alejados de las personas de a pie. Es muy probable que no sepan que si ellos dan un paso así, es muy probable que un buen número de personas con sueldos mucho más modestos se animen a donar ese 1%. Toda ayuda es poca.

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