1. Más dinero de tapadillo para comprar armas
Es tradición: cada verano, desde que el PP gobierna, Mariano Rajoy aprovecha el último Consejo de Ministros antes de las vacaciones para aprobar por decreto, a escondidas y sin debate parlamentario, una inmensa inyección de dinero público para el Ejército; para pagar a los fabricantes de armas. En 2012, fueron 1.782 millones de euros. En 2013, otros 877 millones. Y este agosto han sido 833 millones de euros.
Algo extraordinario es, por definición, un suceso inusual. Pero un crédito que se repite cada verano no puede ser "extraordinario". ¿Por qué utiliza Rajoy este procedimiento para financiar al Ministerio de Defensa? Fácil: porque hay que pagar los tanques, aviones y demás aparatitos bélicos que encargó el Gobierno de José María Aznar en los gloriosos años de la guerra de la isla del Perejil y otras grandes hazañas bélicas. Y porque, si apuntase el coste real del Ministerio de Defensa en los Presupuestos Generales del Estado, quedaría claro cuáles son las prioridades de este Gobierno. En septiembre de 2013, Montoro presumió de recortar un 3,2% el Ministerio de Defensa en los "Presupuestos más sociales de la historia de España". Y ahora, de tapadillo, han añadido el 15%.
833 millones de euros, por comparar, es 49 veces más que lo que ha gastado este verano el Gobierno en su cacareado plan contra la pobreza infantil, que ha costado 17 millones.
de Forges
2. El Ayuntamiento de Burgos adjudica a un condenado por corrupción su nueva gran obra
¿Se acuerdan de Gamonal? ¿Y de Michel Méndez Pozo? El constructor condenado por corrupción urbanística que estaba en el negociado del polémico bulevar de la ciudad, el mismo que es dueño del periódico local, el que se llevó el gran negocio del Hospital de Burgos privatizado y cuyo hijo presumía de pagar viajes a los concejales, el hombre más poderoso de la ciudad desde hace ya tres décadas… Ha vuelto a ganar otro gran concurso público aprobado por el PP.
En Burgos, al parecer, es prioritaria la construcción de una nueva plaza de toros. Y urgente. Tanto que el Ayuntamiento ha decidido sacar adelante la adjudicación en pleno mes de agosto.
Méndez Pozo fue condenado a 7 años de cárcel por corrupción urbanística –solo cumplió 9 meses–. Y muchas de sus obras públicas en la ciudad, como el carísimo Hospital de Burgos, han acumulado retrasos y abultados aumentos de presupuesto. A pesar de estos antecedentes, Méndez Pozo sigue ganando los concursos públicos en la ciudad donde nunca cambia nada.
3. El superdecreto que modifica una treintena de leyes de un plumazo
Sin debate parlamentario. Sin aceptar enmiendas. Sin escuchar a la oposición y en pleno verano. El superdecreto ómnibus "para el crecimiento de la competitividad y la eficiencia" (tachín, tachín)fue aprobado a las bravas en mitad de agosto, aprovechando que muy pocos miraban. Este pack de grandes éxitos incluye entre otras cosas la privatización parcial de Aena, la cesión del Registro Civil a los registradores de la propiedad, varias rebajas fiscales o un aumento de los horarios comerciales.
De una tacada, el Gobierno ha cambiado una treintena de leyes que afectan a nueve ministerios distintos. Al parecer, no han tenido tiempo en todo el año. ¡Quién dijo que en agosto no se trabaja!
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