Cochazos para los jefes de los bomberos. El Ayuntamiento de Madrid dirigido por Ana Botella (PP) ha aprovechado el contrato de renovación de vehículos del Cuerpo de Bomberos para que los mandos se desplacen en coches de alta gama: Range Rover Discovery equipados hasta los dientes. Como Madrid ha decidido que toda su flota para la atención de siniestros (desde las autobombas a las escalas) sea de alquiler, cada mes, según el presupuesto del contrato redactado por el Consistorio, la escuadrilla de "coches de mando atención directa a siniestro" cuesta 31.887 euros. El coste total previsto para cinco años es de 1,9 millones de euros para estos automóviles destinados "a realizar el traslado de mandos al lugar del siniestro". Los coches con los que los jefes del cuerpo se acercan a las intervenciones.
El documento que describía los mínimos técnicos que debían cumplir los aspirantes a llevarse el contrato incluía que los coches de los oficiales tenían que ser 4x4, "con seis cilindros y cuatro válvulas por cilindro" con, además, "211 caballos de potencia mínima". También se pedía, como "sistemas de mejora de seguridad", el control de estabilidad, el antivuelco, antibloqueo de frenos, control de aceleración y freno en pendientes, entre otros. La entrega de estos 10 vehículos se realizó el 23 de marzo pasado. Fuentes del Ayuntamiento relatan que "la práctica es adquirir las mejores gamas. Las autobombas son Mercedes".
Lo cierto es que, con este contrato, los mandos suben de nivel. Al menos según la ficha que el propio Ayuntamiento publicó sobre los automóviles de los que quería deshacerse mediante este concurso. Entre los coches de mandos, el modelo operativo más común era el Renault Mégane Grand Tour. Seis coches matriculados en el año 2008, de los que uno apenas superaba los 4.600 kilómetros y otro los 9.500, serán entregados por el Consistorio a la concesionaria para descontar su valor de las mensualidades en metálico acordadas en el arrendamiento. Ese valor lo ha puesto el propio Gobierno local: el Grand Tour más caro lo cifra en 4.900 euros y el más barato, en 1.928.
Esta flotilla de jefes contaba con cuatro Toyotas Land Cruiser del año 2000 y otros todoterreno más antiguos como un Range Rover y un Nissan Terrano de 1996. Además, se utilizaban turismos como el Citroën Evasion o el Renault Laguna. En total, se entregarán 20 coches "como parte del pago", por los que se pide 33.486 euros.
Botella adjudicó el contrato de suministro de diversos vehículos para bomberos en julio de 2014. A menos de un año de las elecciones municipales y tras dos años y medio como alcaldesa y otros ocho en el equipo del Gobierno local dirigido por Alberto Ruiz-Gallardón, la política del PP decidió cambiar de golpe todo el parque móvil de los bomberos de la capital: 159 unidades. El modelo elegido incluyó el alquiler, el mantenimiento y los seguros: 95 millones de euros para los contratistas.
Funcionarios del propio Cuerpo de Bomberos se preguntan ahora: "¿Es que hemos estado trabajando con unos medios totalmente inservibles durante años como para que haya que cambiarlos de golpe?", manifiestan a eldiario.es. Los mismos bomberos aseguran que al menos la mitad de las escalas del servicio "resultaron inservibles en un análisis que se les hizo hace ya unos cinco años".
Con todo, el Ayuntamiento puso en marcha este proceso de adjudicación multimillonaria que dividió en siete lotes, según el tipo de vehículo. Tras tener que ampliar el plazo para recibir ofertas en casi un mes (de abril a mayo de 2015), adjudicó los diferentes contratos. La contratista que recibió todos los encargos fue la misma: Caixarenting. De hecho, esta empresa fue la única que presentó oferta.
Al final, esta sociedad ha firmado contratos por valor de 87,9 millones de euros. Fue una carrera sin competidores, al menos válidos, ya que el anuncio oficial de contratación repite este mensaje al dar cuenta de quién fue el ganador: "Al ser el único empresario que ha presentado proposición y cumplir con los criterios establecidos en los pliegos que rigen el procedimiento", lote a lote. Además, el concurso quedó desierto para los autobuses de transporte de personal: un minibús, un autobús y otros coches que no sedujeron a los contratistas. Eran los paquetes menos suculentos al ofrecer 2,5 y 1,1 millones de euros a repartir en un periodo que va de cinco a 12 años de arrendamiento, dependiendo del coche.
En las urgencias sanitarias
La relación entre los servicios municipales de Madrid y las marcas de alta gama de automóviles tiene más historia. En la atención de urgencias médicas (Samur), este servicio de desplazamiento de los jefes de guardia se realiza con coches BMW X5. 18 vehículos también en alquiler. De hecho, hace menos de un mes (el 28 de marzo), el Samur presentó un nuevo dispositivo médico: una máquina de reanimación extracorpórea que sirve para la regulación sanguínea de un paciente en parada cardiorrespiratoria que los sanitarios no han podido revertir. Esta tecnología ha sido instalada en un Porsche Cayenne. La empresa lo ha cedido durante seis meses (prorrogables), según indica el propio Ayuntamiento. Un coche valorado en más de 70.000 euros.
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