Sus caras no podían esconder el descontento. Esperaban una declaración de independencia y, una hora antes del pleno, el discurso del president cambió. El enfado crecía según pasaba la noche. Después de firmar el documento de la declaración, se reunieron con el Govern para darles un ultimátum: les dan un mes de plazo para hacer efectiva la independencia y, en caso de no ser así, avisan de que dejarán el Parlament. La amenaza seguro que no ha dejado tranquilo a Carles Puigdemont, porque recordemos, sin la CUP, Junts Pel Sí perdería la mayoría y, por lo tanto, habría elecciones. Ahora lo que queda claro es que el presidente de la Generalitat no solo tendrá que dialogar con el Gobierno. Sus caras no podían esconder el descontento. Esperaban una declaración de independencia y, una hora antes del pleno, el discurso del president cambió. El enfado crecía según pasaba la noche. Después de firmar el documento de la declaración, se reunieron con el Govern para darles un ultimátum: les dan un mes de plazo para hacer efectiva la independencia y, en caso de no ser así, avisan de que dejarán el Parlament. La amenaza seguro que no ha dejado tranquilo a Carles Puigdemont, porque recordemos, sin la CUP, Junts Pel Sí perdería la mayoría y, por lo tanto, habría elecciones. Ahora lo que queda claro es que el presidente de la Generalitat no solo tendrá que dialogar con el Gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario