El Ejército ha expedientado a la cabo A. I. L. T., destinada en Ceuta, después de que el Tribunal Supremo acabara absolviendo a su capitán por una denuncia de la militar a su superior por acoso sexual y laboral, según informa este martes ‘El País’. El Ejército la ha expedientado en concreto por hacer “manifestaciones basadas en aseveraciones falsas” y el instructor ha pedido que se le imponga un mes de arresto. La denuncia no estaba infundada sin embargo para el fiscal y un juez del alto tribunal.
En la denuncia, la mujer señalaba que el capitán le había propuesto quedar porque le parecía una mujer “muy morbosa” y que a la vez que le dijo eso, le puso una mano en el brazo y otra en la cintura. Tras recibir el rechazo de la cabo, el capitán empezó a acosarla laboralmente, negándole permisos y sancionándola. Eso, habría derivado en un trastorno depresivo y un aborto de cinco meses.
El instructor del expediente ha pedido que se le imponga a la militar un mes de arresto (la pena máxima prevista para faltas graves) a la soldado por la “falsedad” de sus denuncias. En ese sentido, señala que éstas respondían “al taimado intento de conseguir que se reconociera su baja (médica) como contingencia profesional, con total desprecio por la imagen del citado capitán y en detrimento de la buena consideración de este en su unidad”.
El origen del expediente llegó tras un incidente de julio de 2014, siete meses después de la supuesta propuesta indecente del capitán, cuando éste comunicó a la cabo que le imponía otra sanción. Entonces, la militar, tras sufrir un ataque de ansiedad, pidió la baja médica, alegando como causa el “acoso del capitán”.
La rotundidad del instructor en su informe contrasta con el hecho de que la denuncia fuese admitida por la justicia castrense y que el fiscal, una vez celebrado el juicio, pidiese siete meses de cárcel para el capitán por abuso de autoridad.
La Sala de lo Militar del Supremo confirmó sin embargo en julio pasado la absolución del capitán, pero uno de sus magistrados presentó un voto discrepante a favor de admitir el recurso de la cabo.
Según este magistrado, el tribunal no valoró adecuadamente los dos informes periciales. En uno de ellos, un coronel médico psiquiatra dictaminó que la causa del trastorno psicológico sufrido por la militar fue “la actuación inapropiada de su capitán”.
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