Nunca pensó que acudir a una manifestación le saldría tan caro. Jaouad Ballahsan fue apartado de su puesto de trabajo, como director de la sucursal Banque Chaabi du Maroc en Madrid, después de ir junto a su compañera Hanane Bijbij a una concentración frente al Ministerio de Asuntos Exteriores español en junio de 2017. Ambos trabajadores, de origen rifeño, protestaron por la represión de Marruecos contra la población del Rify, tras ello, fueron despedidos por la entidad bancaria marroquí. Los dos defienden que se trató de un despido político y, ahora, un tribunal en primera instancia ha dado la razón a Jaouad: ha declarado el despido nulo por vulnerar sus derechos fundamentales.
"La sentencia es muy clara", celebra Jaouad Ballahsan. El juzgado de lo Social nª 27 concluye que el trabajador fue despedido por ir a esa manifestación en Madrid, el 2 de junio del año pasado, que defendía unos valores opuestos a los postulados conservadores de la entidad bancaria marroquí.
Hanane fue despedida el lunes, tres días después de la protesta, y Jaouad unos meses más tarde, ya que era representante sindical en la oficina y la empresa abrió una investigación interna antes de echarlo. El trabajador sabe que esta sentencia es también importante para muchos "amigos y asociaciones" de rifeños que han denunciado presiones y graves consecuencias en Marruecos por defender los derechos de esta comunidad. "Allí hay gente en la cárcel por dar 'me gusta' a una foto", denunciaba Jaouad en eldiario.es en marzo.
"Esto es meterle un gol al banco", dice con evidente alegría Hanane Bijbij, que siente esta resolución "como si fuera una victoria propia". En el recurso del despido de Hanane en los tribunales, la magistrada que evaluó su caso declaró su despido improcedente, por no quedar acreditadas las causas que lo sustentaron, pero consideró que no había vulneración de derechos fundamentales.
En opinión de la jueza, aunque era evidente la cercanía en el tiempo entre la manifestación y el despido, no veía probada la causa-efecto entre ambos acontecimientos. El juzgado que ha analizado el caso del ex director de la oficina madrileña sí ha valorado que existe esa relación.
Una causa del despido fabricada a posteriori
El banco, que ha recurrido la sentencia, ha defendido en los tribunales que echó a Jaouad porque colgó unas fotos en Facebook con mensajes como "los rifeños no son escoria. El Rif no es separatista" y "¿sois un gobierno o una banda de delicuentes?", con las que utilizó la imagen de la empresa de manera indebida y comprometió así a la entidad empleadora.
Pese a que el tribunal considera probada la existencia y difusión de esas imágenes, en las que Jaouad aparece en su puesto de trabajo y con estas frases superpuestas, los jueces concluyen que no es creíble que estas sean el motivo real del despido. Las fotos estaban publicadas desde el 10 de enero y, además, la directora general del Banque Chaabi du Maroc en España declaró ante el tribunal que recibió el encargo de investigar a Jaouad Ballahsan después de que la entidad tuviera conocimiento de que había asistido a esa manifestación.
Tanto él como Hanane Bijbij fueron objetivo de algunos medios marroquíes, que llegaron a publicar una foto de la manifestación en la que se les identificaba y señalaba expresamente.
Por todo ello, los jueces concluyen que la investigación interna del banco fue un intento de hallar una causa ficticia que justificara el despido del trabajador, ya decidido por el mero hecho de asistir a esa concentración. El resultado: la vulneración de los derechos fundamentales del empleado y una condena que obliga a la entidad a readmitirle en su puesto, pagarle los salarios dejados de percibir desde el despido y a indemnizarle con 6.292,56 euros por daños morales.
eldiario.es ha intentado contactar con la oficina en Madrid del banco marroquí, para recabar su versión de lo sucedido, pero no ha recibido respuesta.
"Mi vida ha cambiado, me hizo mucho daño"
Jaouad Ballahsan explica que por el momento el banco le ha enviado un burofax en el que le comunica su recurso de la sentencia y le informa de que reactiva el abono de su salario aunque no le incorpora a su puesto, ya que la sentencia no es firme. El trabajador también ha recurrido la resolución judicial, porque considera que no valora correctamente la antigüedad en su puesto y reclama que se tenga en cuenta el tiempo en el que trabajó en Marruecos para la filial Banque Centrale Populaire.
Por el momento le queda esperar. "Mi vida ha cambiado. Me hizo un daño muy grande todo esto. Estuve con depresión siete meses y mi mujer también. Mi hija ha perdido su primer año de universidad, que no pudimos pagarlo", cuenta Jaouad, que este nuevo curso ya podrá matricular a su hija tras la resolución judicial. En su familia, explica, solo trabaja fuera del hogar él y esta situación ha provocado que hayan tenido que pedir préstamos a parientes de Marruecos y amigos: "Estoy endeudado hasta la cabeza".
Jaouad Ballahsan sabe que la batalla judicial aún no ha terminado, pero después de un año de incertidumbre, se permite también celebrar esta victoria. "Es la primera vez que sale algo positivo de todo esto", reconoce con cierto alivio.
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