"Que no nos engañen: el PSOE aparenta ser de izquierdas en campaña electoral y cuando termina se anaranja hasta el punto de querer gobernar con Ciudadanos". Alberto Garzón lanzó esta advertencia este jueves en Málaga y con ella definió muy claramente que el objetivo de Unidas Podemos a estas alturas de campaña no es tanto mermar a la derecha como arañar votos al PSOE, y elevar el tono contra los socialistas por su falta de concreción respecto a Ciudadanos.
No hubo referencias al PP, y apenas un par de pinceladas sobre Vox. Se trata de evitar que los socialistas caigan en la tentación de gobernar con Ciudadanos, lo que haría si tienen oportunidad. Está en su naturaleza, vino a decir Garzón.
Alberto Garzón, número uno de Unidas Podemos al Congreso por Málaga, pidió el voto porque, según dijo, Unidas Podemos es la única candidatura "dispuesta a defender los servicios públicos". Sólo un buen resultado de los de Pablo Iglesias podrá condicionar las políticas del PSOE, al que lo que le pide el cuerpo es pactar con Ciudadanos. "Vemos con preocupación un gobierno PSOE-Ciudadanos que en última instancia trate de hacer lo mismo con la clase trabajadora que quieren hacer las tres derechas".
El coordinador general de Izquierda Unida puso algún ejemplo de cómo el PSOE se equipararía a la derecha cuando llega al poder: "Automáticamente bajar los impuestos a los más ricos es encarecer los servicios públicos. ¿Pero sabéis quienes bajaron primero los impuestos a los más ricos? PSOE y Ciudadanos", señaló, en referencia a la bonificación del impuesto de sucesiones aprobada por el anterior gobierno de la Junta de Andalucía.
Garzón pidió el voto para derogar "las reformas laborales del PSOE y del PP". Reformas que sirvieron, dijo, no para crear empleo sino para bajar salarios, "porque creen en una España precarizada". "Es imposible vivir en ella. En esa España solo se puede vivir a salto de mata, buscando un salario cada semana. No es un problema técnico, es de voluntad política", protestó el malagueño, que tiró de discurso ortodoxo para explicar su propuesta. "Sigue existiendo, en múltiples formas, lo que hemos llamado tradicionalmente la lucha de clases", dijo. "Y cuando grandes empresas quieren entrar en lo público es que nos están robando. Hay una corrupción legal, que es privatizar: quitarle dinero al colectivo, a lo común, para dárselo a unos pocos. Privatizar es corrupción".
Irene Montero: "Votar al PSOE no sirve para frenar a la derecha"
Garzón compartió el acto con Irene Montero (número dos por Madrid), Eva García Sempere (número dos por Málaga), Noelia Vera (número uno por Cádiz) y Antonio Maíllo (coordinador general de IU Andalucía). Fue un acto que empezó algo mustio, sin el empuje que suele caracterizar a los de Unidas Podemos. Comenzó, bien es cierto, apelando a la emoción de Grandola, Vila Morena, en el aniversario de la Revolución de los Claveles, y acabó con el Bella Ciao. Sin embargo, cayó por momentos en intensidad, como si ya pesase esta campaña a punto de terminar.
Apenas un par de banderas republicanas, una andaluza y una decena de banderas simplemente moradas ondeaban en el auditorio. En el ambiente flotaba antes de que comenzara la idea que luego fue el eje central del mitin. "¡Oye! ¿Sabes que el PSOE ha pactado ya con Rivera?", soltó alguien, antes de enseñar el meme del otro Rivera: Paquirrín.
Tan sosegado pareció todo, que Irene Montero empezó su discurso dedicando tres minutos a los agradecimientos y lo concluyó explicando en qué consiste la vida. "Consiste en eso: en poder disfrutar de la belleza de la vida. Del teatro, del cine, de la cultura, de la familia, de los amigos, del trabajo bien hecho", explicó. Era un alegato en defensa de "la forma de vida en España", que pasaría por "defender lo común".
En esa forma de vida, que pasa necesariamente por recuperar la capacidad de "decidir sobre las cosas importantes", no estaría el PSOE cuando muestra su cara anaranjada: "Votar al PSOE no sirve para frenar a la derecha, porque cuando consiguen gobernar gobiernan con Ciudadanos, que es la derecha. Y cuando no, dejan gobernar a la derecha". "El PSOE no quiere molestar a los poderosos", zanjó. Por eso, pidió el voto para "gobernar ahora". "No hace falta ser madre para defender un país mejor, pero cuando lo eres tienes mucha más urgencia en no fallar, en acertar".
Hubo que esperar a las intervenciones de Noelia Vera y de Antonio Maíllo para que el acto subiera la intensidad y se escucharan las primeras referencias a Vox, que en ese momento celebraba otro acto en Málaga con Javier Ortega Smith y José Antonio Ortega Lara. "Esto está repleto y ellos están menguando", dijo Maíllo, porque el acto de Vox en el pabellón de Ciudad Jardín no llenó, como sí lo hizo Unidas Podemos, que concentró a 900 personas. "Nos quieren en casa pariendo obreros", alertó Vera.
Montero incluso admitió algunas de las críticas que ha recibido la formación. "Sé que no somos perfectas, y hemos enseñado a veces demasiados errores y demasiadas vergüenzas. Pero sabéis, y saben los que no nos van a votar jamás, que sólo nosotros gobernando podemos cambiar las cosas importantes", señaló, antes de cerrar con la expresión más nítida de la idea que quería transmitir: "Votar al PSOE va a servir para hacer vicepresidente a Albert Rivera".
No hubo referencias al PP, y apenas un par de pinceladas sobre Vox. Se trata de evitar que los socialistas caigan en la tentación de gobernar con Ciudadanos, lo que haría si tienen oportunidad. Está en su naturaleza, vino a decir Garzón.
Alberto Garzón, número uno de Unidas Podemos al Congreso por Málaga, pidió el voto porque, según dijo, Unidas Podemos es la única candidatura "dispuesta a defender los servicios públicos". Sólo un buen resultado de los de Pablo Iglesias podrá condicionar las políticas del PSOE, al que lo que le pide el cuerpo es pactar con Ciudadanos. "Vemos con preocupación un gobierno PSOE-Ciudadanos que en última instancia trate de hacer lo mismo con la clase trabajadora que quieren hacer las tres derechas".
El coordinador general de Izquierda Unida puso algún ejemplo de cómo el PSOE se equipararía a la derecha cuando llega al poder: "Automáticamente bajar los impuestos a los más ricos es encarecer los servicios públicos. ¿Pero sabéis quienes bajaron primero los impuestos a los más ricos? PSOE y Ciudadanos", señaló, en referencia a la bonificación del impuesto de sucesiones aprobada por el anterior gobierno de la Junta de Andalucía.
Garzón pidió el voto para derogar "las reformas laborales del PSOE y del PP". Reformas que sirvieron, dijo, no para crear empleo sino para bajar salarios, "porque creen en una España precarizada". "Es imposible vivir en ella. En esa España solo se puede vivir a salto de mata, buscando un salario cada semana. No es un problema técnico, es de voluntad política", protestó el malagueño, que tiró de discurso ortodoxo para explicar su propuesta. "Sigue existiendo, en múltiples formas, lo que hemos llamado tradicionalmente la lucha de clases", dijo. "Y cuando grandes empresas quieren entrar en lo público es que nos están robando. Hay una corrupción legal, que es privatizar: quitarle dinero al colectivo, a lo común, para dárselo a unos pocos. Privatizar es corrupción".
Irene Montero: "Votar al PSOE no sirve para frenar a la derecha"
Garzón compartió el acto con Irene Montero (número dos por Madrid), Eva García Sempere (número dos por Málaga), Noelia Vera (número uno por Cádiz) y Antonio Maíllo (coordinador general de IU Andalucía). Fue un acto que empezó algo mustio, sin el empuje que suele caracterizar a los de Unidas Podemos. Comenzó, bien es cierto, apelando a la emoción de Grandola, Vila Morena, en el aniversario de la Revolución de los Claveles, y acabó con el Bella Ciao. Sin embargo, cayó por momentos en intensidad, como si ya pesase esta campaña a punto de terminar.
Apenas un par de banderas republicanas, una andaluza y una decena de banderas simplemente moradas ondeaban en el auditorio. En el ambiente flotaba antes de que comenzara la idea que luego fue el eje central del mitin. "¡Oye! ¿Sabes que el PSOE ha pactado ya con Rivera?", soltó alguien, antes de enseñar el meme del otro Rivera: Paquirrín.
Tan sosegado pareció todo, que Irene Montero empezó su discurso dedicando tres minutos a los agradecimientos y lo concluyó explicando en qué consiste la vida. "Consiste en eso: en poder disfrutar de la belleza de la vida. Del teatro, del cine, de la cultura, de la familia, de los amigos, del trabajo bien hecho", explicó. Era un alegato en defensa de "la forma de vida en España", que pasaría por "defender lo común".
En esa forma de vida, que pasa necesariamente por recuperar la capacidad de "decidir sobre las cosas importantes", no estaría el PSOE cuando muestra su cara anaranjada: "Votar al PSOE no sirve para frenar a la derecha, porque cuando consiguen gobernar gobiernan con Ciudadanos, que es la derecha. Y cuando no, dejan gobernar a la derecha". "El PSOE no quiere molestar a los poderosos", zanjó. Por eso, pidió el voto para "gobernar ahora". "No hace falta ser madre para defender un país mejor, pero cuando lo eres tienes mucha más urgencia en no fallar, en acertar".
Hubo que esperar a las intervenciones de Noelia Vera y de Antonio Maíllo para que el acto subiera la intensidad y se escucharan las primeras referencias a Vox, que en ese momento celebraba otro acto en Málaga con Javier Ortega Smith y José Antonio Ortega Lara. "Esto está repleto y ellos están menguando", dijo Maíllo, porque el acto de Vox en el pabellón de Ciudad Jardín no llenó, como sí lo hizo Unidas Podemos, que concentró a 900 personas. "Nos quieren en casa pariendo obreros", alertó Vera.
Montero incluso admitió algunas de las críticas que ha recibido la formación. "Sé que no somos perfectas, y hemos enseñado a veces demasiados errores y demasiadas vergüenzas. Pero sabéis, y saben los que no nos van a votar jamás, que sólo nosotros gobernando podemos cambiar las cosas importantes", señaló, antes de cerrar con la expresión más nítida de la idea que quería transmitir: "Votar al PSOE va a servir para hacer vicepresidente a Albert Rivera".
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