24 jul 2023

El severo revés para VOX y el limitado triunfo del PP ponen fuera de alcance un gobierno de mayoría ultraderechista en España

El PP (ultraderecha) gana las elecciones en España, aunque sin la capacidad de formar gobierno. VOX, por suerte, sufre un declive, mientras que el PSOE (centro/centroderecha*) sorprende con resultados superiores a los previstos. Feijóo (PP) eludió el debate trilateral, sin comparecer entre Díaz (Sumar + Podemos), Sánchez (PSOE) y Abascal (VOX).

Ayer por la noche, las elecciones fueron emocionantes hasta el final. Aunque no salió victorioso, Pedro Sánchez demostró una resistencia mayor de la que el PP había anticipado en todas las encuestas, consiguiendo un porcentaje de votos muy similar al de su rival, aproximadamente el 32%. La "presunta" izquierda (incluir a PSOE y ERC en ese bloque sería cuestionable, pues sus políticas aplicadas distan mucho de ser realmente de izquierdas, a pesar de su discurso político y programa electoral), aunque con menos escaños que la ultraderecha (encabezada por VOX, que supera en conservadurismo al PP), podría tener más posibilidades.

Según los resultados del 100% de los votos escrutados, el PP de Feijóo ha ganado con 136 escaños, 47 más que en las últimas elecciones generales, revitalizando de nuevo el denostado bipartidismo español. VOX, que obtuvo 52 escaños en 2019, se ha desplomado hasta los 33, por lo que el bloque de la ultraderecha no alcanza la mayoría para formar gobierno: 165 frente a los 176 escaños necesarios. En contraste, la "presunta" izquierda entre el PSOE y Sumar, aunque no alcanza la mayoría absoluta, podría tener oportunidad de gobernar con el apoyo de otras fuerzas.

Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha VOX, mostró su preocupación ante la posibilidad de que Sánchez retorne a la presidencia. Si no sucede así, podríamos enfrentarnos a un bloqueo político que conduzca a nuevas elecciones.

Sumar (+ Podemos), de izquierdas, también sufre una considerable bajada, pues pasa de 38 de las anteriores elecciones (si sumamos sus 26 en España, 7 en Cataluña, 3 en Comunidad Valenciana y 2 en Euskadi), que ya supuso un descenso significativo, a 31 con los que se queda ahora. Posiblemente la actitud de la ex de Izquierda Unida Yolanda Díaz (Sumar), con el veto a Irene Montero (Podemos) después de su buen trabajo como ministra de Igualdad, así como su peligrosa sintonia con el PSOE, hayan influido en ello.

Es relevante destacar el notable descenso para ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), a casi la mitad de sus votos. Indudablemente, algunas de sus marcadas políticas de derechas le han pasado factura al partido independentista catalán que se autodenomina de izquierda. Un claro ejemplo de ello es su nefasta gestión en educación, con continuas huelgas por parte de los maestros, por favorecer de forma reiterada a la escuela concertada en detrimento de la pública, así como por la persistente falta de recursos en esta.

Tristemente, la izquierda independentista catalana (CUP), no ha conseguido la representación mínima en esta ocasión (anteriormente, 2).

Destaca positivamente lo sucedido con los partidos independentistas (nacionalistas) en el País Vasco, donde EH Bildu (izquierda) ha superado al PNV (derecha), dando un giro al resultado de las anteriores elecciones. Asimismo, Otegi insinuó que Bildu apoyaría la investidura de un bloque de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.


*: Un claro ejemplo: seguimos esperando aún la derogación de la Ley Mordaza que el PSOE prometió y que incumplió flagarantemente.

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