El lado oscuro del boom laboral en España: Mayores de 50 años en la ruta al olvido

A pesar del auge económico y la estabilización del empleo en España, con un registro cercano a los 21 millones de trabajadores activos y la disminución del desempleo a cifras que no se veían en 15 años, el panorama no es igual para todos los sectores de la población. Un segmento en particular está sintiendo el impacto negativo: los trabajadores mayores de 50 años. Unas 475,600 personas en este grupo demográfico están atrapadas en el limbo del desempleo a largo plazo.

De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), aproximadamente 838,400 de los 2.76 millones de desempleados en España han estado buscando empleo durante más de un año. De estos, más del 50% superan los 50 años. Los expertos argumentan que la causa de esta situación es una combinación de factores: la creciente demanda de habilidades técnicas y una tendencia creciente al "edadismo" en el ámbito laboral, que pone a estos trabajadores en una desventaja significativa.

Esto también está ejerciendo presión sobre los fondos públicos. A pesar de la disminución general del desempleo, los recursos necesarios para las prestaciones por desempleo no disminuyen. Esto se debe principalmente al incremento en los subsidios de asistencia, especialmente para aquellos mayores de 52 años que enfrentan obstáculos casi insuperables para reintegrarse al mercado laboral.

Este panorama de exclusión está afectando a los números generales de protección social en el país. Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas de un sindicato, destaca que aunque hay una tasa de desempleo en disminución, existe una cantidad considerable de personas agotando sus prestaciones y pasando a recibir subsidios. Los subsidios para trabajadores desempleados mayores de 52 años han alcanzado una cifra anual cercana a los 7,000 millones de euros, una cantidad que no se veía desde hace una década.

La situación plantea preguntas urgentes sobre la equidad en el mercado laboral español y la sostenibilidad de los sistemas de protección social. Con la aceleración tecnológica y las preferencias cambiantes de contratación, el destino de medio millón de trabajadores mayores queda en la balanza.