31 dic 2012

Banco malo, mala gobernanza

La sociedad que aglutina los activos tóxicos de la banca con problemas echa a andar hoy con las mismas malas prácticas de responsabilidad social que marcaron la gestión de las entidades rescatadas
De sus quince miembros del consejo de administración solo hay dos mujeres, ambas nombradas por el Estado
Entre los consejeros, hay un alto cargo del régimen franquista y al menos otros tres mayores de 65 años. 

Cumpliendo plazos in extremis, hoy echa a andar el banco malo, la sociedad gestora de activos tóxicos de la banca rescatada, bautizado oficialmente como Sareb. Una de las condiciones impuestas desde Bruselas para disfrutar del auxilio europeo era la de culminar la restructuración financiera a 31 de diciembre, poniendo en marcha este enorme contenedor de créditos inmobiliarios y pisos embargados que tendrá que gestionar la entidad durante un plazo máximo de quince años.
La precipitación con la que se ha llevado a cabo la parte final del proceso deja muchos cabos sueltos, como la entrada de más inversores internacionales, o la dotación de personal que gestione estos activos. La estructura de la sociedad, que tendrá un tamaño de hasta 55.000 millones de euros, es prácticamente nula. Dos pisos en el paseo de la Castellana en Madrid, un puñado de empleados y unos consejeros nombrados a prisa y corriendo. Lo justo para cumplir los mínimos legales para constituir una sociedad. Ni siquiera ha hecho públicos unos estatutos y está por ver cómo será su web ya que los dominios más lógicos ya han sidoregistrados por terceros.
Pero uno de los principales resquicios que bordea la legalidad vigente de la nueva sociedad es la patente ausencia de un equilibrio entre hombres y mujeres en el consejo de administración, tal y como exige la Ley de Igualdad en vigor. El órgano rector está compuesto por quince miembros, y solo dos son mujeres, precisamente los que le ha tocado designar a la parte pública de la sociedad (con un 45% sobre el papel), representada por el Frob. Uno de estos dos puestos está ocupado por la presidenta, Belén Romana. Además de Romana, Ana María Sánchez Trujillo también se sentará en el consejo que decidirá cómo gestionar la basura de los bancos en apuros.
Los inversores privados han nombrado otros seis consejeros, conocidos como dominicales por que se supone que representa los intereses de los accionistas de referencia en el consejo, todos varones y con experiencia en banca o en inmobliarias. Además, se nombraron otros cinco consejeros independientes. A estos consejeros se les supone independencia de los accionistas mayoritarios y se les nombra en las sociedades para que velen por los intereses de los minoristas. Por ahora, solo ha trascendido que los sueldos de estos consejeros irán desde los 100.000 euros a los 500.000 euros que se embolsará la presidenta, Belén Romana.

Quién es quién en el banco malo

Consejeros dominicales públicos
Belén Romana, presidenta. Es la cara amable, joven y femenina de la entidad. Nacida en 1965, es técnico comercial del Estado, la categoría más de moda en el Ejecutivo de Rajoy. Fue directora del Tesoro en los dos primeros años del Gobierno de Zapatero. Desde 2005 está ligada a la patronal, con diferentes cargos en el lobby empresarial Círculo de Empresarios, donde llegó a ser secretaria general en 2010. Se ha sentado en varios consejos de administración, pero el único ligado al sector financiero fue el de Banesto. Fue la candidata del Gobierno de Rajoy para ocupar una silla en el BCE pero su nombramiento fue rechazado y España se quedó sin silla en la institución.
Walter de Luna, director general. También joven (1964) es doctor en Economía y Finanzas por la Universidad Complutense pero ha trabajado doce años en la sección inmobiliaria del banco holandés ING.
Ana María Sánchez Trujillo. La otra mujer del banco malo responde al perfil de lo que se conoce como "tecnócrata". Esta madrileña nacida en 1946 fue consejera del Banco de España bajo la dirección de Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Ha desarrollado toda su carrera dentro del supervisor español, pasando por distintos departamentos dentro del Banco de España. Es una profesional 100% de la casa.
Rodolfo Martín Villa. Es el nombramiento más polémico del consejo. Nacido en 1934, ocupó varios altos cargos durante el régimen franquista. Llegó a ser el responsable del sindicato vertical del Movimiento en 1969. En 1974 fue nombrado jefe del Movimiento en Barcelona y delegado del Gobierno. En la Transición fue ministro de Relaciones Sindicales con Arias Navarro pero fue con Adolfo Suárez con el que desempeñó el cargo de ministro de Gobernación. De él dependían por lo tanto, la represión de las protestas estudiantiles o las negociaciones con ETA. Con Leopoldo Calvo Sotelo tomó la cartera de Administración Territorial, y con él llegó a ser vicepresidente del Gobierno. Una vez disuelta UCD, entró a formar parte del Partido Popular. En el ámbito empresarial, fue presidente de Endesa, cuando la eléctrica era pública, y le dio el relevo a Manuel Pizarro tras la privatización. Entre 2004 y 2010 fue consejero de Sogecable.
Consejeros dominicales privados
Remigio Iglesias. Considerado por muchos como uno de los principales hombres de confianza de Emilio Botín, lleva 22 años trabajando en el Banco Santander. Precisamente, desde que comenzó la crisis se le puso al frente del departamento de recuperación de activos. Como director adjunto de Santander, dio el visto bueno a una de las estrategias más agresivas del banco: premiar a los empleados que lograran vender un piso embargado con un 1% de su valor. También es consejero de Metrovacesa desde que los bancos tomaron el control de la inmobiliaria.
Antoni Massanell. Es el consejero de CaixaBank, el banco creado por La Caixa, desde su nacimiento en 2011. Este catalán nacido en 1954 es también vocal del consejo de administración de Telefónica y ha sido consejero en varias empresas con participación de la caja catalana. Preside Port Aventura. Según recoge la revistaForbes, en 2011 ingresó 200.000 euros por su trabajo en la entidad financiera.    
Francisco Sancha. Uno de los jóvenes del equipo, con apenas 43 años, ha desarrollado toda su carrera en el Banco Popular, donde ahora ocupa el cargo de secretario general técnico y que le ha nombrado consejero.
Miquel Montes. Director general de Banco Sabadell, este barcelonés de 52 años ha pilotado todas las fusiones de la entidad, incluida la última de la CAM. Su vida profesional ha estado ligada al mundo financiero.
Antonio Trueba Bustamante. Directivo de Tinsa, la sociedad tasadora más importante de España. Además ha desempeñado cargos en Gecina (la inmobiliaria francesa), Parquesol, Reyalurbis... Es presidente de la Fundación Másfamilia, una organización sin ánimo de lucro que pretende reforzar a la familia dentro de la organización empresarial. Pertenece a la alta sociedad madrileña.
José Ramón Montserrat. Consejero de Microbank, el otrora brazo social de La Caixa. Pese haber llegado a ser director general de La Caixa, es uno de los consejeros con menos perfil público. 
Consejeros independientes
Javier Trillo. Este consejero independiente es notario y reconocido en el sector por su postura crítica con el actual statu quo de su gremio.
Luis Sánchez Merlo. Vallisoletano nacido en 1947, es uno de esos personajes reconocidos como "figura clave de la Transición". Fue nombrado secretario general de Leopoldo Calvo Sotelo en 1978. Recientemente contó cómo vivió el 23-F en el Congreso. Su último tramo de vida profesional lo ha desarrollado en Ses Astra, la operadora de satélites.
Celestino Pardo. Registrador y doctor en Derecho, apenas tiene repercusión pública.
José Ramón Álvarez Rendueles. Este gijonés nacido en 1940 es también miembro del Cuerpo de Técnicos Economistas del Estado. Comenzó a despuntar ya con altos cargos en el Ministerio de Economía aún bajo signo franquista, pero fue realmente en la Transición cuando adoptó un rol determinante como gobernador del Banco de España entre 1978 y 1984. Posteriormente ha estado ligado a la empresa privada con puestos como presidente del grupo Arcelor.
Emiliano López Atxurra. Este abogado vasco ha sido consejero en BBK, entidad de la que es matriz Kutxabank, uno de los accionistas de referencia del banco malo. La teoría es que los consejeros independientes no deben tener intereses con los accionistas mayoritarios.

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