Si se confirmase esta predicción, el precio de la electricidad sería muy superior a los 42 euros por megavatio/hora del año pasado, según los datos de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). En los 50 primeros días de este año, el precio medio se encuentra por encima de los 46,50 euros, un 10% más que la media del año pasado, pero aún lejos de referencias como los 58 euros.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya anticipó que «a partir de ahora» se romperá la evolución de la demanda de energía con respecto al Producto Interior Bruto (PIB). Y que un eventual incremento se quedará contenido por las medidas de eficiencia energética implantadas en hogares e industrial.
Sánchez Galán realizó estas declaraciones en la presentación de los resultados anuales de Iberdrola, en Londres. La compañía obtuvo un beneficio de 2.327 millones de euros en 2014, un 9,5% menos que en el año anterior. En cualquier caso, se trata de unas ganancias muy similares a las estimadas por los analistas. El presidente de la eléctrica estimó que la compañía se encuentra en condiciones de cumplir sus objetivos del plan estratégico hasta 2016.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 6.965 millones (un 3,1% más), gracias a la contribución de sus negocios internacionales, como Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y México. Sin embargo, el mercado español fue el que peor comportamiento registró en las cuentas de Iberdrola, con un Ebitda que cayó un 7,4%.
Los diferentes procesos de reforma energética llevados a cabo por el Gobierno en los últimos años ha afectado al negocio de la compañía en España. En el caso de las renovables, el beneficio antes de impuestos de este negocio cayó un 37% hasta los 420,6. Este descenso se debe fundamentalmente al impacto negativo de las medidas regulatorias puestas en marcha, que asciende a 339 millones de euros, y a los menores precios.
El consejo de administración de Iberdrola también ha aprobado la salida de este órgano de Julio de Miguel Aynat. El abogado valenciano llevaba 12 años en el cargo al que accedió cuando era presidente de Bancaja. En aquel momento, la caja de ahorros valenciana formaba parte del accionariado de la eléctrica y existía una estrecha relación entre Bancaja e Iberdrola. Dicha participación acabó en Banco Financiero y de Ahorro (BFA), matriz de Bankia, que la vendió recientemente.
Julio de Miguel deja el consejo de administración de Iberdrola igual que lo hace Sebastián Battaner Arias. Sus puestos serán ocupados por José W. Fernández y Manuel Moreu Munaiz con la calificación independiente y de otro externo, respectivamente, según informó la eléctrica.
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