Ha prometido reestructurar la deuda. Ha afirmado que es el momento de cambiar las leyes “que permiten a los ricos seguir robándonos”. Ha prometido que Bruselas “no nos puede poner en peligro”, y que “No queremos más jefes de gobierno que obedecen y no negocian.”
Suena familiar, pero no, esto no está pasando en Grecia. Es en España. Para muchos españoles, el hombre autor de esta retórica, Pablo Iglesias, es conocido simplemente como “ése de la coleta”. Pero además de su peinado y su gusto por la ropa de descuento, el Sr. Iglesias y su partido Podemos están sacudiendo el el “establishment” político de España, imitando el ascenso de Syriza, el partido de extrema izquierda que llegó al poder en Grecia en Enero con un potente mensaje contra la austeridad.
“Realmente nunca pensé que podría llegar a ser presidente del gobierno, pero creo que estamos ahora en una situación en la que esto podría suceder”, dijo Iglesias recientemente en una entrevista en su nueva sede del partido.
Esa posibilidad se mantiene distante por el momento. El primer desafío que enfrenta Iglesias, de 36 años, profesor de ciencia política que fundó el partido bajo mínimos el año pasado, es el mismo por el que ya han pasado sus homólogos griegos:
¿Puede un partido de la izquierda radical irrumpir en la vieja clase política y salir elegido a nivel nacional?
El segundo reto es también compartido con sus compañeros de viaje griegos: ¿pueden seguir siendo fieles a su discurso durante el proceso?
Después de haber tenido éxito en la primera parte, el primer ministro griego Alexis Tsipras, de 40 años, un advenedizo de la misma generación, ya se ha enfrentado a un duro aprendizaje sobre cómo conciliar las promesas de Syriza con la calamitosa realidad financiera de Grecia, cediendo un acuerdo con Bruselas en febrero, que muchos de los fieles a su partido han considerado una claudicación.
P. D. 1: Artículo publicado en el International New York Times --> Spain, Rapid Rise of Leftists Has a Familiar Ring
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