La desigualdad, extensible a cualquier gran ciudad, se aprecia con especial claridad en los diferentes barrios y distritos de la capital, donde hay una diferencia de hasta siete años. Y así, una persona nacida en el barrio de Salamanca vive, de media, 83 años, tres más que alguien de Vallecas.
Los responsables del estudio hacen hincapié en que su objetivo no es “alarmar” o “estigmatizar” a los residentes de aquellos barrios con una menor esperanza de vida, y que los datos aportados no tienen porque indicar que en esos sitios haya una mayor exposición a un riesgo ambiental, ni que exista en ellos un peor acceso a la atención sanitaria.
Sin embargo, lo que sí indican los datos es que la elección del barrio está muy condicionada por nuestra posición socioeconómica. Y al tener la mayoría de los problemas de salud que más inciden sobre la mortalidad (y la esperanza de vida) un gradiente social directo (más riesgo de enfermar y morir prematuramente si perteneces a una clase social baja), estos mapas de esperanza de vida según barrio de residencia se convierten así en mapas de EV según posición socio-económica.
Las mismas diferencias se aprecian a nivel estatal entre las distintas comunidades autónomas. La semana pasada, el nisterio de Sanidad publicaba un informe que sitúa la esperanza de vida en 83,1 años de media (80,1 en hombres y 86,0 en mujeres), con hasta tres años de diferencia entre comunidades como Madrid (84,8 años de media) y Andalucía (81,9).
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