Para el Financial Times la lectura de la crisis para los más jóvenes está clara, más allá de la propia falta de trabajo: dibuja en su portada digital un “legado de temor de los jóvenes demandantes de empleo españoles” para explicar las consecuencias de que una generación entera no se haya sentido nunca segura con un trabajo ni esperanzada ante el futuro. "De hecho, la crisis laboral no solo está convirtiendo en pobres a los jóvenes, también en enfermos", asevera el periódico.
El demoledor análisis de la cabecera económica recuerda que más allá de la carestía económica, la crisis de la vivienda en España ha devenido en la "devastación personal” de toda una generación. “Incluso hoy, en medio de una recuperación sólida, los datos muestran que más de 1,8 millones de españoles menores de 34 años están en paro” recuerda Financial Times. Además, subraya que uno de cada cinco jóvenes no está trabajando ni formándose.
de Forges
“Los que encuentran empleo en España suelen trabajar en condiciones precarias, saltando de contrato temporal en contrato temporal, apenas alcanzando el salario mínimo”, argumenta el rotativo. Según Josep M. Blanch, profesor de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona, los estragos en el mercado laboral son “un problema de salud mental” al mismo nivel que un fenómeno económico. “Sin un trabajo seguro, se vive sin certeza y sin seguridad”, sostiene. “Uno no sabe si debe tener hijos y formar una familia. Se pierde la capacidad para planificar y gestionar la propia vida: es como intentar conducir un coche sin volante”, argumenta el psicólogo.
Los jóvenes españoles, argumenta Blanch, han sido "obligados a vivir en una adolescencia permanente", con su camino hacia la edad adulta y a una ciudadanía plena bloqueados. Cuatro de cada cinco españoles de entre 16 y 29 años todavía vive con sus padres, mucho más que antes de la crisis. “Los salarios son generalmente tan bajos que los trabajadores jóvenes sólo pueden preocuparse el final de mes, no por el final de su vida laboral”, se lee en el artículo.
Como muestra de la brecha con otros países del entorno, Financial Times propone que las quejas de los 'milenials' británicos o estadounidenses deben parecer una broma a la media de los españoles: mientras los jóvenes londinenses denuncian que no pueden ascender en la escala para tener una vivienda cada vez mejor, “sus homólogos españoles ni siquiera pueden permitirse alquilar una propia”. “Esto no quiere decir que las preocupaciones de la generación en Gran Bretaña o Estados Unidos sean triviales, sino que la crisis que afecta a los trabajadores jóvenes en España y otras economías del Mediterráneo es de una magnitud diferente”.
El artículo recuerda que los psicólogos españoles han estado advirtiendo durante años de que la generación que alcanzó la mayoría de edad durante la crisis está sufriéndola de una forma que va más allá de las estadísticas salariales y tasa de desempleo.
“Una generación ha alcanzado la mayoría de edad sin saber lo que se siente con un trabajo seguro y con confianza en el futuro. Muchos han seguido siendo dependientes de sus padres durante mucho tiempo durante sus 20 y 30 años”, recuerda el psicólogo, que no se atreve a vaticinar cómo evolucionará este daño a los jóvenes. En un triste corolario, el artículo sostiene que puede que muchos de ellos encuentren tarde o temprano un trabajo. Pero algo muy distinto es si alguna vez podrán sentirse seguros respecto a sí mismos, su país y su futuro.
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