En los tiempos de Charles Darwin la vacuna contra la viruela de Edward Jenner ya había dado extraordinarios resultados, pero seguía habiendo personas que se oponían a su uso. Leyendo el libro que Darwin escribió en la memoria de su abuelo ("Mi abuelo Erasmus", Ed. Laetoli) el naturalista recuerda que éste defendió su uso y ayudó a los habitantes de Derby a prepararse contra las epidemias de esta terrible enfermedad. En un momento determinado Charles Darwinarremete contra los antivacunas en un párrafo que fue censurado por sus familiares en la edición original y que solo hace unos años se pudo recuperar. Creo que habla por sí solo:
Si esos intolerantes que ahora se oponen a la vacunación tuvieran en cuenta noticias como las dadas más arriba acerca del anterior arraigo y terrible malignidad de la viruela, quizá desconfiasen de sus propios juicios; pero es probable que sean demasiado ignorantes para darse cuenta de su propia ignorancia. Parece ser que siempre ha habido personas cuya mente está tan trastornada que se opondría a cualquier práctica, a pesar de la importancia de sus beneficios y de la certeza de los datos relativos a ella y por mejor confirmadas que estén sus teorías.Un pequeño ejemplo de que muchas cosas han cambiado en el mundo desde el siglo XIX, pero otras siguen estando más o menos igual.
* Para los interesados se puede encontrar el fragmento original aquí.
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