«Los estudiantes de la Universidad de Oviedo no le debemos nada a la monarquía», aseguran los estudiantes
En los últimos años se ha convertido en algo habitual, aunque no por ello deja de ser llamativo. Dos premios fin de grado han rechazado la invitación para asistir a la audiencia de los Reyes con motivo de la entrega de los Premios Princesa. En su opinión, «los estudiantes de la Universidad de Oviedo no le debemos nada la monarquía».
Diego Fernández Fernández, premio fin de grado en Pedagogía, y Juan Martínez Hernández, premio fin de grado en Psicología, dejan claro que no tienen nada en contra de los premiados, pero sí contra todo lo que rodea a los Premios Princesa. Por ello, y como ya ha ocurrido en años anteriores «rechazamos la invitación a la recepción con los Reyes de España».
¿Qué lleva a un estudiante premiado por su excelencia académica a rechazar participar en un acto con la máxima autoridad del Estado? En primer lugar, aseguran que el evento de los Premios Princesa «es usado todos los años para hacer un lavado de cara a una institución como la monarquía que cada vez representa a menos personas, sobre todo a las generaciones más jóvenes. Los evidentes casos de corrupción, su relación con dictaduras y ventas de armas o el origen franquista de su implantación en nuestro país no hace sino negar su legitimidad». Por todo ello, «no vamos a atender una invitación de unas personas con estas características que sólo quieren hacerse una foto utilizando nuestro esfuerzo y el de nuestras familias durante años, para tapar sus vergüenzas».
Su lista de argumentos para rechazar la invitación es extensa. «Aquellos que nos invitan a sacarnos una foto con los Reyes de España trabajan todos los días incansablemente para impedir nuestros sueños y los de miles de jóvenes de familias humildes. Estamos hablando de banqueros como los Botín, evasores fiscales como los Masaveu y los Cosmen, donantes ilegales del PP como Villar Mir, y otros destacados miembros de las élites económicas y empresariales de Asturies y del Estado Español, miembros del Patronato de la Fundación Princesa de Asturias».
La lista de reproches es extensa y los premiados también critican a la Fundación Princesa: «Esta Fundación es la organizadora de los Premios, pero la realidad es que actúa de facto a modo de «corte real empresarial», de los Borbones, siendo muchos de ellos responsables del aumento de las desigualdades sociales, de la progresiva elitización y privatización de la Universidad pública y del sufrimiento de muchas personas».
Los dos estudiantes consideran que tener el mejor expediente no significa que ellos sean los mejores estudiantes. «Ni somos ni nos creemos mejores que nuestros compañeros de promoción por tener las calificaciones más elevadas, al contrario; creemos en una educación integral que forme mujeres y hombres libres, iguales en derechos y oportunidades y participantes en la construcción de una sociedad más justa y equitativa», aseguran.
Además, consideran que su presencia en esa audiencia solo serviría para utilizar su imagen. Por ello, sostienen que «únicamente utilizamos este altavoz mediático para poder manifestar que nos negamos a entrar en un juego en el que se nos usaría como floreros de una institución a la que, lejos de rendirle honores, saludos o vasallaje, no debemos nada, ni siquiera el respeto».
Por todo ello, sostienen que su lugar el día de la ceremonia «será en la manifestación que todos los años la Asturies Real celebra en frente de la gala para decirle a quienes intentan conservar sus privilegios a costa de la mayoría social, que Asturies no rinde pleitesía a Fartones ni a Borbones»
En los últimos años se ha convertido en algo habitual, aunque no por ello deja de ser llamativo. Dos premios fin de grado han rechazado la invitación para asistir a la audiencia de los Reyes con motivo de la entrega de los Premios Princesa. En su opinión, «los estudiantes de la Universidad de Oviedo no le debemos nada la monarquía».
Diego Fernández Fernández, premio fin de grado en Pedagogía, y Juan Martínez Hernández, premio fin de grado en Psicología, dejan claro que no tienen nada en contra de los premiados, pero sí contra todo lo que rodea a los Premios Princesa. Por ello, y como ya ha ocurrido en años anteriores «rechazamos la invitación a la recepción con los Reyes de España».
¿Qué lleva a un estudiante premiado por su excelencia académica a rechazar participar en un acto con la máxima autoridad del Estado? En primer lugar, aseguran que el evento de los Premios Princesa «es usado todos los años para hacer un lavado de cara a una institución como la monarquía que cada vez representa a menos personas, sobre todo a las generaciones más jóvenes. Los evidentes casos de corrupción, su relación con dictaduras y ventas de armas o el origen franquista de su implantación en nuestro país no hace sino negar su legitimidad». Por todo ello, «no vamos a atender una invitación de unas personas con estas características que sólo quieren hacerse una foto utilizando nuestro esfuerzo y el de nuestras familias durante años, para tapar sus vergüenzas».
Su lista de argumentos para rechazar la invitación es extensa. «Aquellos que nos invitan a sacarnos una foto con los Reyes de España trabajan todos los días incansablemente para impedir nuestros sueños y los de miles de jóvenes de familias humildes. Estamos hablando de banqueros como los Botín, evasores fiscales como los Masaveu y los Cosmen, donantes ilegales del PP como Villar Mir, y otros destacados miembros de las élites económicas y empresariales de Asturies y del Estado Español, miembros del Patronato de la Fundación Princesa de Asturias».
La lista de reproches es extensa y los premiados también critican a la Fundación Princesa: «Esta Fundación es la organizadora de los Premios, pero la realidad es que actúa de facto a modo de «corte real empresarial», de los Borbones, siendo muchos de ellos responsables del aumento de las desigualdades sociales, de la progresiva elitización y privatización de la Universidad pública y del sufrimiento de muchas personas».
Los dos estudiantes consideran que tener el mejor expediente no significa que ellos sean los mejores estudiantes. «Ni somos ni nos creemos mejores que nuestros compañeros de promoción por tener las calificaciones más elevadas, al contrario; creemos en una educación integral que forme mujeres y hombres libres, iguales en derechos y oportunidades y participantes en la construcción de una sociedad más justa y equitativa», aseguran.
Además, consideran que su presencia en esa audiencia solo serviría para utilizar su imagen. Por ello, sostienen que «únicamente utilizamos este altavoz mediático para poder manifestar que nos negamos a entrar en un juego en el que se nos usaría como floreros de una institución a la que, lejos de rendirle honores, saludos o vasallaje, no debemos nada, ni siquiera el respeto».
Por todo ello, sostienen que su lugar el día de la ceremonia «será en la manifestación que todos los años la Asturies Real celebra en frente de la gala para decirle a quienes intentan conservar sus privilegios a costa de la mayoría social, que Asturies no rinde pleitesía a Fartones ni a Borbones»
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