España tiene la tasa más alta de ludópatas de entre 14 y 21 años de toda Europa, según ha comunicado un estudio de la Federación de Jugadores Rehabilitados. Los jóvenes se suelen enganchar a las apuestas deportivas y, de ahí, al póquer 'online'.
Es por esto que, desde la organización, piden que se regule la publicidad en los juegos de azar y se considere la ludopatía juvenil un problema de salud pública.
Las casas de apuestas se han convertido en una peligrosa moda entre los adolescentes. Desde 2014, Madrid ha incrementado en un 140% los locales de este tipo. Una de las principales preocupaciones es la cercanía de estas salas de juego con respecto a los centros escolares.
Con el objetivo de paliarlo, la Comunidad de Madrid admitió en marzo estar estudiando la posibilidad de fijar una distancia mínima de 100 metros entre los centros educativos y las casas de apuestas.
"Incita mucho a que la ente entre, si no vas a uno, vas al siguiente", afirmaba entonces una menor. "Tengo amigas que les guardan el dinero a sus novios para que no se lo gasten", añadía la adolescente.
Muchos jóvenes explicaban que no hace falta tener 18 años para jugar: "Entras, te sientas, metes el dinero y punto".
"Las leyes ayudan a limitar, pero también tenemos que inculcar prevención", apuntaba María Hurtado, de AGS Psicólogos Madrid.
Es por esto que, desde la organización, piden que se regule la publicidad en los juegos de azar y se considere la ludopatía juvenil un problema de salud pública.
Las casas de apuestas se han convertido en una peligrosa moda entre los adolescentes. Desde 2014, Madrid ha incrementado en un 140% los locales de este tipo. Una de las principales preocupaciones es la cercanía de estas salas de juego con respecto a los centros escolares.
Con el objetivo de paliarlo, la Comunidad de Madrid admitió en marzo estar estudiando la posibilidad de fijar una distancia mínima de 100 metros entre los centros educativos y las casas de apuestas.
"Incita mucho a que la ente entre, si no vas a uno, vas al siguiente", afirmaba entonces una menor. "Tengo amigas que les guardan el dinero a sus novios para que no se lo gasten", añadía la adolescente.
Muchos jóvenes explicaban que no hace falta tener 18 años para jugar: "Entras, te sientas, metes el dinero y punto".
"Las leyes ayudan a limitar, pero también tenemos que inculcar prevención", apuntaba María Hurtado, de AGS Psicólogos Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario