Las brechas digitales de género en las habilidades y uso de las tecnologías, la hipersexualización de los cuerpos de las mujeres en la red, la dominación masculina digital y las ciberviolencias como el ciberacoso sexual y/o sexista, son un hecho. Así lo ha constatado el estudio "El iceberg digital Machista: Análisis, prevención e intervención de las realidades machistas digitales que se reproducen entre la adolescencia en la CAE”, realizado por Estíbaliz Linares Bahillo y publicado por el Instituto Vasco de la Mujer- Emakunde.
En dicho informe, para el que se ha interrogado a 800 jóvenes de 15 y 16 años, se muestra cómo a través de la exploración documental y del diálogo con las y los adolescentes nacidos en la era digital, se confirma la transmisión de las desigualdades sociales de género al ámbito digital, pero, al mismo tiempo, se detectan fisuras y oportunidades para el cambio, sobre todo, de la mano del ciberfeminismo, la pedagogía coeducativa y la alfabetización digital crítica.
Las conclusiones principales muestran que el mundo digital de los adolescentes es algo contradictorio, en comparación con el de los adultos no nacidos en la era digital. Mientras el feminismo en la red cada vez es más latente, también se siguen dando segmentos machistas.
Los videojuegos y los contenidos de YouTube son plataformas en las que la brecha digital de género se detecta, ya que, a la hora de orientar sus carreras profesionales, los chicos son más consumidores de videojuegos (ocho de cada diez chicos han dicho que juegan diariamente frente a dos de cada diez chicas), y más volcados y "encorsetados" en el ámbito informático y técnico, mientras que ellas dicen sentirse "menos capaces" en el aspecto técnico.
Sexismo en YouTube
En cuanto a los contenidos de YouTube, Linares ha constatado que los "youtubers" son ya los "referentes" de estos adolescentes y ha explicado cómo se reproduce el sexismo en las redes, donde la gran parte de las chicas encuestadas optan por seguir a aquellas que hablan de moda, belleza e incluso a aquellas "youtubers" con familia que muestran a través de sus contenidos "cómo ser madres". Por su parte, los chicos consumen más videojuegos, donde ha recordado que "los más vendidos son los que tienen un alto contenido de machismo y violencia y muestran cuerpos de mujer hipersexualizados".
La autora ha destacado que entre la adolescencia, y muy especialmente entre las chicas "quedan normalizados e integrados algunos mitos del amor romántico, lo que las lleva a tener relaciones de dependencia" y que en las redes sociales se ha detectado que "existe una hegemonía de la imagen, y la que especialmente hace daño a las chicas". Asimismo, se reproducen formas concretas de ciberviolencias contra las chicas, como ciberacoso, que Linares ha detectado en 8 de los 9 institutos que participaron en el estudio. Para evitar que estas actitudes sigan transmitiéndose, la autora ha incidido en tres claves: "ciberfeminismo, la pedagogía coeducativa y la alfabetización digital crítica".
En dicho informe, para el que se ha interrogado a 800 jóvenes de 15 y 16 años, se muestra cómo a través de la exploración documental y del diálogo con las y los adolescentes nacidos en la era digital, se confirma la transmisión de las desigualdades sociales de género al ámbito digital, pero, al mismo tiempo, se detectan fisuras y oportunidades para el cambio, sobre todo, de la mano del ciberfeminismo, la pedagogía coeducativa y la alfabetización digital crítica.
Las conclusiones principales muestran que el mundo digital de los adolescentes es algo contradictorio, en comparación con el de los adultos no nacidos en la era digital. Mientras el feminismo en la red cada vez es más latente, también se siguen dando segmentos machistas.
Los videojuegos y los contenidos de YouTube son plataformas en las que la brecha digital de género se detecta, ya que, a la hora de orientar sus carreras profesionales, los chicos son más consumidores de videojuegos (ocho de cada diez chicos han dicho que juegan diariamente frente a dos de cada diez chicas), y más volcados y "encorsetados" en el ámbito informático y técnico, mientras que ellas dicen sentirse "menos capaces" en el aspecto técnico.
Sexismo en YouTube
En cuanto a los contenidos de YouTube, Linares ha constatado que los "youtubers" son ya los "referentes" de estos adolescentes y ha explicado cómo se reproduce el sexismo en las redes, donde la gran parte de las chicas encuestadas optan por seguir a aquellas que hablan de moda, belleza e incluso a aquellas "youtubers" con familia que muestran a través de sus contenidos "cómo ser madres". Por su parte, los chicos consumen más videojuegos, donde ha recordado que "los más vendidos son los que tienen un alto contenido de machismo y violencia y muestran cuerpos de mujer hipersexualizados".
La autora ha destacado que entre la adolescencia, y muy especialmente entre las chicas "quedan normalizados e integrados algunos mitos del amor romántico, lo que las lleva a tener relaciones de dependencia" y que en las redes sociales se ha detectado que "existe una hegemonía de la imagen, y la que especialmente hace daño a las chicas". Asimismo, se reproducen formas concretas de ciberviolencias contra las chicas, como ciberacoso, que Linares ha detectado en 8 de los 9 institutos que participaron en el estudio. Para evitar que estas actitudes sigan transmitiéndose, la autora ha incidido en tres claves: "ciberfeminismo, la pedagogía coeducativa y la alfabetización digital crítica".
No hay comentarios:
Publicar un comentario