Ducha fría sobre las criptomonedas. “No son auténticas monedas”. “No pueden usarse como medio de pago”. “Son objeto de especulación”. “Han alterado el orden económico y financiero normal”.
Son palabras que pesan como piedras. Esta vez, este juicio severo procede de China, por cierto el país en el mundo donde se mina más bitcoin. Las autoridades del país han prohibido tomar parte en el negocio de las criptomonedas a las entidades financieras y de servicios de pago relevantes, según comunicaron la Asociación China de Finanzas de Internet, la Asociación Bancaria de China y la Asociación de Pagos y Liquidación de China.
“Vamos hacia el invierno de las criptomonedas y es algo normal”, dice la experta Victoria Gago
Estas restricciones (que no son nuevas, sino que reafirman las que ya estaban en vigor) desataron un pánico digno de hemeroteca en los mercados y llegaron a hundir el bitcoin un 31%, hasta rozar el límite de los 30.000 dólares, el nivel más bajo en tres meses y medio. Se esfumaron cerca de 150.000 millones de dólares en capitalización, aunque a media tarde la moneda pudo recuperar en parte terreno.
Desde los máximos alcanzados el pasado 14 de abril (más de 64.000 dólares), la célebre criptodivisa ha llegado a perder casi la mitad de su valor. Después del patinazo que sufrió a comienzos de la semana, cuando Elon Musk cuestionó en las redes sociales su consumo energético e impacto medioambiental, con toda probabilidad el bitcoin cerrará su primer mes en negativo, algo que no ocurría desde noviembre del 2018. “Es algo totalmente normal en esta fase de desarrollo de la tecnología, estamos todavía en el día uno”, asegura Victoria Gago, profesora en el Máster en Blockchain de Three Points e impulsora de la European Blockchain Convention. “Yo creo que ahora vamos hacia un criptowinter , un invierno de las criptodivisas. Después de meses de euforia, llega la corrección. Ya pasó en diciembre del 2017, no es nada nuevo, pasa cada dos-tres años”, indica.
“Las subidas anteriores también fueron motivadas por un miedo de los inversores a no aprovechar el tirón, y muchos de ellos tal vez no tuvieron en cuenta que es muy volátil”, puntualiza. Para Gago, en el caso de China también pesan varios factores que no tienen necesariamente que ver con advertir sobre riesgos especulativos. “Ellos están trabajando en su propia moneda digital y les molesta no poder tener control sobre una moneda como el bitcoin, de ahí su postura más rígida”, concluye.
La plataforma de referencia de trading Coinbase se quedó colapsada ayer por la tarde. El sentimiento negativo se apoderó de varios valores tecnológicos, incluido Tesla, que cayeron en bolsa.
Mientras tanto, las polémicas sobre el consumo energético del bitcoin no cesan. El sistema bancario internacional y la industria del oro utilizarían más del doble de la energía de la que requiere la red bitcoin para funcionar, según una investigación de la firma de servicios financieros, Galaxy Digital. Bancos y metal amarillo requieren más de 500 teravatios por hora (TW/h) al año, es decir, lo mismo que necesita Alemania en 12 meses. En cuanto al bitcoin, el consumo de energía de la red sería de unos 113,9 TW/h, un poco menos del consumo anual de Suecia. En breve llegará el verano... Pero ¿para el bitcoin se acerca el invierno?
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