El intrincado panorama inmobiliario español se ve cada vez más complicado debido a la relutancia de los grandes propietarios y las empresas de construcción en facilitar el desarrollo de un parque de viviendas públicas. Alejandro Inurrieta, ex presidente de la Sociedad Pública de Alquiler y reconocido economista, ha dejado en claro su pesimismo sobre el futuro del sector, citando la falta de control de precios y la deficiencia en regulaciones como los principales problemas.
La falta de control y la resistencia a la formalización en el mercado de alquiler se traduce en una desafortunada realidad: un segmento de la población española se encuentra perpetuamente en una lucha por un acceso asequible a la vivienda. La situación se complica aún más por las estadísticas poco fiables y la metodología cuestionable empleada para contar las viviendas vacías.
La Ley de Vivienda, según Inurrieta, ofrece pocas esperanzas de cambio, considerándola insuficiente sin el establecimiento de controles de precios. Además, teme que la ley pueda ser anulada si la derecha gana poder.
Los lobbies (conformado por las constructoras, mayormente) ejercen una presión significativa sobre los partidos políticos para evitar la intervención en el mercado. Inurrieta apunta a la necesidad de un parque público de viviendas como una solución principal, pero advierte que esta idea enfrenta resistencia porque causaría una caída en el valor de la vivienda, un escenario no deseado por los grandes propietarios y constructores.
En comparación, otros países europeos, como Austria y Alemania, tienen un modelo de vivienda más equitativo y accesible debido a su parque de viviendas públicas, lo que reduce la especulación y mantiene los precios asequibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario