En un movimiento inesperado, el Papa Francisco se mostró fuertemente crítico respecto a la actual situación en Gaza, describiéndola como una atrocidad a la humanidad durante una serie de reuniones en el Vaticano. Este comentario siguió a sus encuentros con dos grupos distintos: ciudadanos israelíes cuyos familiares están retenidos por Hamás, y palestinos que han logrado escapar de la violencia en Gaza, algunos gracias a tener doble nacionalidad.
El Pontífice, en un acto de solidaridad con las víctimas de ambos lados, expresó su profunda preocupación por el uso de civiles como escudos humanos en el conflicto. Este comentario fue pronunciado durante su audiencia semanal, donde además enfatizó que lo que ocurre en Gaza ha trascendido la naturaleza de un conflicto armado convencional, llegando a ser una forma de terrorismo.
Las palabras del Papa han generado controversia. Un portavoz del Vaticano intentó matizar sus declaraciones, pero los familiares de los afectados reiteraron que el Papa había utilizado efectivamente el término "genocidio". Esto se suma a las declaraciones de algunos palestinos que, en su reunión con el Papa, compartieron desgarradores testimonios de su huida y la difícil situación de sus seres queridos que aún permanecen en Gaza.
Por otro lado, en un encuentro con israelíes, Francisco prometió brindar su apoyo y destacó la importancia de mantener la atención internacional sobre la situación de los rehenes. La respuesta de Israel no se hizo esperar, con su embajador ante la Santa Sede expresando preocupación por el uso del término "terrorismo" por parte del Papa para describir las acciones de Israel.
Para concluir, el Papa Francisco publicó un video en el que pedía el cese de la violencia y abogaba por la resolución de diferencias a través del diálogo y la negociación, no con violencia. Estas palabras resuenan como un llamado urgente a la paz en una región históricamente conflictiva.
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