Un estudio de Pecking Order ha destapado una alarmante realidad en la industria europea de la comida rápida. Este análisis detallado, que abarca importantes marcas distribuidas en seis países europeos, revela una negligencia generalizada en cuanto al cuidado y bienestar de los pollos utilizados en sus productos.
El estudio, denominado "Orden de Picoteo", evaluó a 69 empresas de Francia, Alemania, Italia, Polonia, Rumania y España. El foco principal fue su nivel de compromiso con el bienestar de los pollos en sus cadenas de suministro y el grado de implementación de un conjunto de requisitos mínimos conocidos como el Compromiso Europeo sobre los Pollos (ECC), diseñados para mejorar significativamente el bienestar de estos animales sin comprometer la rentabilidad.
El informe señala que más de 7 mil millones de pollos de engorde son sacrificados anualmente en la Unión Europea. La mayoría de estos pollos, criados en granjas industriales, son de rápido crecimiento, alcanzando el peso de sacrificio en solo cinco a seis semanas, una práctica que impacta negativamente en su salud y bienestar.
Los resultados son desalentadores: solo el 49% de las empresas analizadas muestra un compromiso alineado con los criterios de ECC, mientras que un sorprendente 51% carece de cualquier compromiso en esta materia. Además, el 90% de las empresas se sitúa en el nivel más bajo de puntuación en cuanto a informes de progreso, evidenciando una falta de transparencia y atención hacia el bienestar animal.
Aunque Francia ha mostrado una ligera mejora en su puntuación global, otros países como Alemania, España e Italia han registrado reducciones. Polonia y Rumania, por otro lado, presentan puntuaciones significativamente más bajas en comparación con los demás mercados evaluados.
Dirk Verdonk, de la organización de protección animal, critica duramente a las empresas implicadas por negar el maltrato y cerrar los ojos ante la difícil situación de los animales que constituyen una de sus fuentes de ingresos más rentables. Resalta la responsabilidad de estas empresas en garantizar el bienestar de los pollos y la necesidad de rendir cuentas.
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