El pleno del Tribunal Constitucional (TC) avala la Ley 13/2005, por la que se modifica el Código Civil y se establece la unión entre personas del mismo sexo bajo el nombre de matrimonio. El TC ha dado así respuesta a un recurso presentado por el Partido Popular contra la norma aprobada por el gobierno de Zapatero, con el apoyo del Grupo Mixto, Izquierda Verde, ERC, PNV, CC, dos diputados de CiU y una diputada del PP, Celia Villalobos.
Según ha hecho público el Tribunal en un comunicado, ocho de los 12 magistrados han declarado que la Ley no contradice ningún artículo de la Constitución, y por lo tanto la validan. Aunque la resolucion íntegra, y los votos particulares no se conocerá hasta dentro de unos días, las distintas asociaciones de apoyo de los derechos de los homosexuales han comenzado a celebrar el triunfo.
Ataques de la Iglesia
Quien no tiene prevista ningún tipo de celebración es la jerarquía eclesiástica, a tenor de las declaraciones de cariz homófobo que a lo largo de estos siete años han ido realizando sus más insignes representantes. Cabe recordar que, al mismo tiempo que el PP presentaba el recurso en el TC, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, manifestó su apoyo a los populares al considerar la ley como “injusta y discriminatoria”. Esta institución incluso criticó a la Real Academia al aceptar una segunda acepción de matrimonio como “unión de dos personas del mismo sexo”.
Quien no tiene prevista ningún tipo de celebración es la jerarquía eclesiástica, a tenor de las declaraciones de cariz homófobo que a lo largo de estos siete años han ido realizando sus más insignes representantes. Cabe recordar que, al mismo tiempo que el PP presentaba el recurso en el TC, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, manifestó su apoyo a los populares al considerar la ley como “injusta y discriminatoria”. Esta institución incluso criticó a la Real Academia al aceptar una segunda acepción de matrimonio como “unión de dos personas del mismo sexo”.
En un pretendido afán paternalista, Martínez Camino llegó a ofrecer la Iglesia a las personas homosexuales asegurando que allí encontrarían “comprensión, acogida, respeto y ayuda para encontrar una solución a los problemas de todo tipo que puedan tener”. Es literal.
Pero sin duda, quien llegó más lejos en sus declaraciones fue el obispo de Alcalá. En un discurso retransmitido por Radio Televisión Española, Juan Antonio Reig llegó a decir que “aquellas personas llevadas por ideologías que acaban por no orientar bien la sexualidad humana piensan ya desde niños que tienen atracción por personas de su mismo sexo, y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen, o van a clubs de hombres nocturnos, os aseguro que encuentran el infierno”. Una homofobia que el
mismo obispo ya había manifestado años atrás cuando publicó una guía con lecturas y consejos para “curar” la homosexualidad.
mismo obispo ya había manifestado años atrás cuando publicó una guía con lecturas y consejos para “curar” la homosexualidad.
Las declaraciones del obispo de Alcalá no tuvieron contestación alguna por parte de la Iglesia. Más bien al contrario. Tanto Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, como el resto de prelados, le apoyaron e incluso llegaron a decir que monseñor Reig “sufría el acoso de los lobbies gays”.
El mismo papa Benedicto XVI se posicionó en contra de la Ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, al asegurar que era una “amenaza contra la familia tradicional” y que ponía en peligro “la dignidad humana y el porvenir mismo de la humanidad”.
Ataques desde la derecha
De la mano de la Iglesia ha ido el Partido Popular. Todavía hoy se recuerdan las ‘extrañas’ palabras de la actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella. La mujer del expresidente José María Aznar afirmó, sin rubor: “Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta”.
De la mano de la Iglesia ha ido el Partido Popular. Todavía hoy se recuerdan las ‘extrañas’ palabras de la actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella. La mujer del expresidente José María Aznar afirmó, sin rubor: “Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta”.
El sector más derechista del partido, apoyado por la presión mediática ultraconservadora, obligó al PP a llevar el asunto al Constitucional cuatro meses después de su aprobación por el Congreso. Aun así, el presidente de los populares, Mariano Rajoy, siempre se mostró ambiguo respecto al tema. El actual presidente español solía hablar de que el único problema que veía en la Ley era el nombre, “matrimonio”, una opinión que solía recordar era compartida por algunos miembros del PSOE como Francisco Vázquez.
De forma más clara se expresó la Reina Sofía. En una entrevista concedida a la periodista Pilar Urbano por su 70 aniversario, criticaba que los homosexuales se sientan “orgullosos por ser gays y se suban a una carroza”. Sobre el derecho al matrimonio explicó que “si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es”. “Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión”, sentenciaba.
Las criticas al matrimonio homosexual no entienden de fronteras. Por ejemplo, la madre del actor Brad Pitt criticó al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, por su posición respecto al tema. La madre del actor alabó al candidato republicano Mitt Romney por su “convicción cristiana sobre la homosexualidad”. Una convicción que lleva a Romney a decir que “el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer y así se debe quedar”.
Incluso los futbolistas, tan poco dados a hablar de la actualidad se han posicionado, aunque siempre para marcar distancias con los derechos de los homosexuales. Cannavaro y Gattuso, los dos italianos, mostraron su posición en contra, incluso llegaron a sentirse “escandalizados”.
Ambos, como la señora Ana Botella, la Reina Sofía, el Partido Popular y la jerarquía eclesiástica con Rouco Varela y Benedicto XVI al frente, han quedado retratados por la posición del TC. Los matrimonios entre personas del mismo sexo tienen cabida dentro de la Constitución Española; sus opiniones son constitucionalmente más dudosas.
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