8 may 2013

Del ser y el parecer anarquista

Intentemos aclarar lo que entendemos por anarquismo, tarea pertinente cuando la palabra ha tenido significaciones tan equivocas. Así  anarquismo es respetar al individuo y su libertad, asumir el socialismo, luchar contra el Estado y su opresión  ser critico e irreverente; pero la inversa no necesariamente es cierta y expliquemos por que.



Respetamos al individuo y su libertad, pero no todo individualista es anarquista. Pensamos que una persona libre no puede dejar de asumir su compromiso social pues es inherente a la condición humana vivir en comunidad. Un individuo que niegue este compromiso o que se aproveche egoístamente de lo colectivo no es anarquista.
Por esto es que también somos socialistas, pero no todo socialismo es anarquismo. Ese socialismo que en nombre de lo colectivo somete, anula, sacrifica al individuo negando su libertad, impidiendo la expresión de todas sus capacidades, no es anarquismo.
Nos enfrentamos al Estado, pero no todo el que protesta contra el Estado es anarquista. Nuestra lucha contra el Estado es un aspecto de la lucha contra todo poder permanente cualquiera que sea. Por ello, luchar contra el Estado sin luchar contra otras formas de poder como el económico  el social, el político  el religioso, el de las costumbres y prejuicios, el de la educación  no es anarquismo. Nuestra lucha contra el Estado no es coyuntural, ni contra el partido de gobierno, ni hasta lograr el "poder", sino que es un aspecto en la búsqueda de una sociedad autogestionaria, fruto de la libertad e igualdad de sus miembros.


Somos irreverentes contra los idolos que nos tratan de imponer, sean políticos  históricos  religiosos, estéticos o filosóficos  Pero no todo irreverente, tremendista o de verbo audaz, con ropas y actitudes de protesta, es anarquista. Nuestra actitud es la de rechazo a toda imposición por la fuerza, sea física  del habito, de la educación o del chantaje moral, y por ello asumimos actitudes irreverentes. Pero la intención es construir una sociedad mejor. Sin el aspecto constructivo, el desenfado y el tremendismo no pasan de ser modas vacías, que no pocas veces ocultan la pretension de disfrutar de ese poder contra el que dicen luchar.
Entonces, como en muchas otras cosas, ni son todos los que parecen, ni parecen todos los que son, aunque es fácil confundirse, porque de anarquista y de loco todos tenemos un poco. Aunque por ahora ese poco no sea suficiente.
fuente: Douglas Garcia

No hay comentarios: