22 sept 2013

Las infraestructuras construidas para el fallido Madrid 2020: ¿Y ahora qué?

El tercer rechazo consecutivo del COI para que Madrid fuera la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 no ha supuesto el fin del debate. Aún quedan muchos asuntos pendientes. Por ejemplo, si siguen adelante los proyectos de construcción de La Peineta y el Centro Acuático o de qué manera va a beneficiar su edificación, y consecuente gasto económico, a los madrileños. Estas, entre otras, han sido las cuestiones sobre las que los concejales de UPyD e Izquierda Unida-Los Verdes [otros que tal bailan...] han querido debatir esta mañana en la Comisión Permanente Ordinaria del Pleno de Economía, Hacienda y Administración Pública.
Desafortunadamente, y a pesar de que seis de las ocho preguntas realizadas en el pleno versaban sobre este macroevento deportivo, no se ha podido obtener ninguna conclusión clara. Según consta en el acuerdo suscrito por Alberto Ruiz-Gallardón y Enrique Cerezo en diciembre de 2008, la construcción del campo de fútbol iba a beneficiar a la ciudad de Madrid en un doble sentido. Primero porque el Ayuntamiento compartiría los gastos de mantenimiento con el Atlético de Madrid (ATM) y el hecho de que tras los Juegos continuara usándose garantizaba su uso eficiente. En segundo lugar, porque sería una de las apuestas estrella de la candidatura para 2016 (y, posteriormente, para 2020).

Qué hacemos con los elefantes blancos
Ahora que Madrid no será olímpica, desde el Partido Popular han asegurado que las obras de la Peineta seguirán adelante sobre la base del convenio de 2008, que ya contemplaba qué hacer tanto si la capital de España fuera anfitriona de la competición deportiva como si no. En este último caso, el ATM podía elegir entre ser exigir indemnizaciones o instar a la prórroga de la concesión de los terrenos durante 75 años (plazo legal máximo) sin tener que abonar nada por ellos, ya que el Ayuntamiento entendía que construir el estadio era suficiente pago.
Lo que sí han reconocido desde el Partido Popular es que el uso eficiente derivado de cederle el terreno público al Atlético de Madrid solamente estaba relacionado con los Juegos. Ahora que no se van a celebrar se han quedado sin ideas para explicar en qué beneficia a los madrileños la cesión gratuita de un terreno público a un club privado . Por lo tanto, ahora van a tener que idear un proyecto alternativo que beneficie a todos los ciudadanos.
El Centro Acuático, al igual que La Peineta, era uno de los estandartes de la candidatura de Madrid 2020. Este descomunal edificio comenzó a edificarse en 2004, su presupuesto era de 117 millones de euros y estaba pensado para los Juegos de 2012, aunque también se incluyó en los proyectos de Madrid 2016 y Madrid 2020. En 2010 tuvo que detenerse su edificación por falta de fondos públicos para llevarla a cabo.
Dado que únicamente hay edificado un esqueleto de hormigón, finalizarlo, a priori, costaría 80 millones de euros más. Este es uno de los espacios gestionados por Madridec, la empresa municipal que dejará de funcionar el 31 de diciembre de 2013 por declararse en quiebra. Será el Ayuntamiento quien, a partir del 1 de enero de 2014, se encargue de la gestión del Centro Acuático, de su mantenimiento (que hasta abril de 2012 ha costado más de medio millón de euros) y de los 50 millones de hipoteca que pesan sobre él.
Y será a partir del 1 de enero de 2014 cuando, según lo expresado por los concejales del Partido Popular, el Ayuntamiento comenzará a pensar qué hacer con este edificio. Tanto si Madrid hubiera albergado los Juegos como si no, el destino final del Centro Acuático pasaba por ser gestionado por una empresa privada que se ocuparía de correr con los gastos y, a cambio, percibir los beneficios derivados de su explotación. Sin embargo, al no haber construido apenas nada y no tener ya un objetivo deportivo determinado, tendrán que estudiar qué hacer con él y qué posibles usos harán más viable la privatización de esta construcción. Mientras lo deciden, los gastos corren a cuenta de los madrileños.

Cuánto llevamos gastado
Otra de las dudas que tampoco ha podido ser resuelta ha sido la relativa al dinero que ya ha sido desembolsado, así como el desglose de estos gastos, para la candidatura de 2020. Según los datos contenidos en el Barómetro de la Economía de abril de 2013 elaborado por el Ayuntamiento, entre las tres candidaturas la ciudad de Madrid, la Comunidad de Madrid y el Gobierno central se han gastado 8.851 millones de euros, de los que 6.536,1 se refieren a “otras infraestructuras“.
En el Pleno de esta mañana se ha insistido dos veces a los concejales del Partido Popular para que respondieran a dos preguntas respecto a estas cifras. La primera, si esta cantidad se refiere a dinero presupuestado (es decir, el que se tenía pensado gastar) o ejecutado, y la segunda, si podían desglosar estos gastos para saber con detalle cuál había sido su destino. No ha habido ninguna respuesta clara.
En un primer momento el Partido Popular ha tratado de disipar las dudas al remitir a los concejales al Barómetro de la Economía, pero ante la insistencia por parte de David Ortega, de UPyD, han tenido que reconocer que no se ha publicado un presupuesto que desglose el destino del dinero. Tampoco han aclarado si la cantidad que se refleja en el documento elaborado por el Ayuntamiento se refiere a un dinero ya pagado o si simplemente era la cifra que habían calculado que se gastarían. “El coste real de las tres candidaturas se conocerá cuando se liquide el ejercicio de este año“, han sentenciado.
Por resumir, el tercer rechazo consecutivo del COI a Madrid para que sea sede de los Juegos ha dejado tras de sí más dudas aún de las que ya se tenían antes cuando la capital española aún era candidata. Más allá de para que el Atlético de Madrid tenga un estadio nuevo, no se ha podido encontrar ninguna utilidad pública que se derive de la cesión de los terrenos al club por parte del Ayuntamiento.
Tampoco saben ahora qué hacer con el Centro Acuático. Ha prometido respetar lo que ya está hecho (entre otras cosas el hueco para dos piscinas) pero no saben si se destinará a deportes acuáticos (que, una vez se ha sabido que Madrid no será olímpica, parece ser que la ciudad no necesitaba esta instalación, sino que únicamente se iba a edificar pensando en los Juegos) ni quién se la quedará, si es que se la queda alguien. Y tampoco queda claro ni cuánto dinero nos hemos gastado exactamente ni en qué.

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