15 oct 2013

Cuando el desnudo es noticia y la lucha por la libertad se desvanece

La protesta en el Congreso de los Diputados protagonizada por las tres activistas del grupo Femen ha reabierto un viejo debate en la opinión pública. La cuestión es que no se ha vuelto a hablar sobre la polémica reforma de la ley del aborto propuesta por Alberto Ruiz Gallardón, sino sobre la moralidad del desnudo femenino como arma de protesta.


La mayoría de medios de comunicación conservadores, en consonancia con la estrategia comunicativa del Partido Popular, han levantado una cortina de humo [1] para situar el punto de mira de la opinión pública en los pechos de las activistas en lugar de en la restrictiva ley del aborto que pretende aprobar el Gobierno.
Es evidente que el modo de protesta utilizado por las tres activistas es un hecho noticioso que deben recoger los medios de comunicación. Pero, en una sociedad propia del siglo XXI, la prensa debería contextualizar la información y mirar más allá de la estética de la protesta.
El artículo de opinión del escritor Alfonso Ussía en La Razón recoge la esencia de lo expuesto anteriormente. “Esa necesidad de enseñar los pechos responde, probablemente, a su incapacidad intelectual para exponer argumentos convincentes”, argumenta el columnista.


El problema radica en que el sistema político español no ha madurado lo suficiente en materia de participación ciudadana. Quizá, si los colectivos feministas hubieran tenido la oportunidad de debatir la reforma de la ley del aborto con el Gobierno, no hubieran tenido que enseñar los pechos para mostrar su repulsa. No es que las feministas carezcan de capacidad intelectual para exponer sus argumentos, sino que los dos grandes partidos políticos están acostumbrados a actuar a espaldas de la opinión pública.


La estrategia de comunicación del Partido Popular ha consistido en aprovechar, según denominaba el sociólogo alemán Jürgen Habermas, una situación de instancia receptiva en la esfera de debate pública donde los ciudadanos no tienen capacidad real de participar en el debate público:
“Los ciudadanos están aislados y particularizados, sin posibilidad de comunicación real con los instalados en la ‘notoriedad pública’, ante los que sólo se puede reaccionar con aclamación , ya que sólo utilizan una ‘divulgación manipulativa’ de los mensajes”. Opinión pública y comunicación política, Alejandro Muñoz Alonso (1990)
En este contexto en el que los ciudadanos no tienen la capacidad de participar en un verdadero debate abierto, igualitario y democrático, los poderes públicos desvían la mirada hacia el método de protesta de Femen en lugar de permitir un debate sobre la ley del aborto.
Pero los medios de comunicación conservadores no se han quedado atrás. En lugar de obviar las declaraciones del Gobierno han contribuido a levantar la cortina de humo de la que hablábamos anteriormente. Analicemos la actuación de la prensa:

lavanguardia.com (09/10/2013) -->

abc.es (10/10/2013 -->

larazon.es (09/10/2013) -->

abc.es (10/10/2013) -->

Es decir, no muestran ni una palabra destacada sobre los motivos de la protesta. Esto provoca que la prensa ofrezca una imagen pervertida de la verdadera opinión pública sobre el tema del aborto. En palabras de Alejandro Muñoz Alonso, en determinados casos los medios de comunicación “forman una opinión pública manipulada al pervertir los antiguos procesos culturales, más espontáneos y no dirigidos desde sutiles técnicas de relaciones públicas”. [2]
Uno de los mecanismos de perversión que han utilizado los medios de comunicación es el de destacar citas en los titulares que no están relacionadas con los objetivos principales de la protesta.
“Se puede pedir que las frases entrecomilladas puestas en boca de alguien, hayan sido efectivamente pronunciadas, pero lo que ya no se puede inocentemente suponer es que aquellas frases sean precisamente las más relevantes”. Comunicación borrosa. Sentido práctico del periodismo y de la ficción cinematográfica, García-Noblejas, Juan José (2000)

elmundo.es (10/10/2013) -->

Nos damos cuenta de la gravedad de este tipo de prácticas periodísticas cuando atendemos a la teoría de la espiral del silencio expuesta por Elizabeth Noelle-Neumann, según la cual “las opiniones dominantes generan gran fuerza de tracción, mientras que las opiniones menos populares son minimizadas y sus partidarios guardan silencio”. Fundamentos sobre Teoría de la Comunicación Mediática, José Alberto García Avilés (2011)
De esta forma, el debate sobre la reforma de la ley del aborto propuesta por el Gobierno se va diluyendo en un debate amarillista sobre la moralidad y la legitimidad del desnudo femenino como arma de protesta. Todo ello impulsado por los medios de comunicación conservadores y el Partido Popular, es decir, dos de los pocos sectores de la sociedad española que siguen estancados en los valores morales propios de siglos pasados.

[1] La cortina de humo es una herramienta utilizada tradicionalmente por determinados medios de comunicación y por los poderes públicos para desviar la opinión pública de un tema que les afecta negativamente a otro menos importante pero más espectacular.
[2] Opinión pública y comunicación política, Alejandro Muñoz Alonso (1990).

No hay comentarios: