Willy Toledo lleva varias semanas en España, adonde ha llegado tras marcharse a vivir a Cuba el pasado mes de mayo. El actor se encuentra en plena campaña de promoción del proyecto Y sin embargo se mueve, un documental en el que los protagonistas serán los movimientos sociales, la banca pública y ética, la reforma agraria de los jornaleros andaluces, los nuevos medios surgidos en las oleadas de despidos de periodistas, las mareas de profesionales que defienden sus derechos… El actor será el encargado de poner voz al documental que está en fase de microfinanciación a través de Verkami.
Willy Toledo no para de dar entrevistas, pero se queja de que “en los medios audiovisuales normalmente te dejan sólo dos o tres minutos y así es imposible expresarse”. Ha venido a la Universitat de València para dar una charla junto al periodista cubano Iroel Sanchez sobre la situación de la isla. Entre entrevistas, charlas y fotos con alguno de sus seguidores, nos atiende.
¿Qué es Y sin embargo se mueve?
Es un proyecto que nace básicamente de la necesidad de encontrar un medio audiovisual donde podamos expresar nuestras opiniones y donde podamos colar nuestro punto de vista, nuestra ideología. Actualmente, hay varios periódicos de izquierdas y rigurosos, pero en este país se lee poca prensa. Dado que no podemos acceder a un canal de televisión, que es lo que ve cuatro horas y media el pueblo español todos los días, hemos decidido montar una cooperativa audiovisual y este es nuestro primer proyecto.
¿Podremos encontrar muchos proyectos positivos en el documental?
Sí, por ejemplo de medios de comunicación como La Marea. Pero también de sindicatos alternativos a los grandes sindicatos generalistas y vendidos al capital, de políticos honestos y de izquierdas como Julio Anguita, de cooperativas agrícolas, de obreros que han tomado las riendas de sus fábricas, de monjas como la señora Forcades que creen en el cristianismo como una parte más del socialismo…
Es interesante lo que dice del cooperativismo ahora que algunos medios atacan al modelo por cosas como el ERE de Fagor Electrodomésticos…
Es lo lógico, El País es un panfleto de propaganda al servicio del capitalismo y además un panfleto deleznable y de una calidad ínfima. Su objetivo, desde su creación, es legitimar la transición, fue un periódico urdido por Manuel Fraga Iribarne y Juan Luís Cebrián, cuando la extrema derecha decidió montar un periódico y darle un cariz progresista. Por este motivo, es lógico el ataque al cooperativismo, igual que ataca al socialismo o a la democracia en Venezuela, Ecuador o Bolivia.
Han hecho varias presentaciones del proyecto, ¿se acerca gente a hablarles de nuevos proyectos?
Sí, el otro día por ejemplo en Benidorm, se acerco un hombre que nos contó que habían ocupado una finca urbana para hacer un huerto autogestionado y cooperativista.
¿Al poder no le interesa que se hable de estos proyectos?
No, porque este tipo de proyectos, las personas que sacamos en el documental, demuestran que hay otra forma de hacer política, de gestionar la economía, el trabajo; que hay otra manera de vivir, de una manera asociativa. El sistema lo que pretende es acabar, marginar y criminalizar todo lo colectivo, lo público y común. El sistema capitalista ha querido vendernos la moto del sueño americano, del individualismo, de aquello de que debes olvidarte de los demás y que tú solito puedes llegar a ser un triunfador.
¿Y si no lo consigues?
Si no llegas allí es que eres un inútil, un vago, un inepto y que has fracasado. Para ellos tú eres el fracasado porque el sistema no falla, el sistema está abierto para todos, ese es el mensaje falso que nos envían.
¿Cuánto hace que no volvía a España?
He estado fuera cuatro meses, pero regreso a La Habana en 15 días, a mediados de noviembre.
¿Y ha visto algún cambio en estos cuatro meses?
Sí, en mi opinión ha cambiado a peor. Cada vez que estoy en La Habana y entro en Internet, y veo las noticias, se me cae el alma al suelo porque es increíble constatar que vivimos en un país en el que los delincuentes y los criminales están en el gobierno y llevan a cabo políticas con las que, de manera directa o indirecta, están asesinando al pueblo.
¿Por qué dice que está peor?
Es que yo creo que la Transición, con el apoyo de los medios de comunicación, ha conseguido sus objetivos, que eran los de crear una sociedad en la que la clase trabajadora se creyese clase media y que tenía acceso a la sanidad, a la educación, a la cultura, a la vivienda, a la libre expresión, a la manifestación… De repente algunos se están dando de bruces con la realidad y están descubriendo que no es así, pero aún hay una gran mayoría que piensa que es clase media y cree en las informaciones falsas del gobierno que dice que está llegando la recuperación. La cuestión es que hay un plan perfectamente diseñado para que esto no se levante jamás y crear un país de esclavos, de siervos y de vasallos.
Pero al capitalismo le interesa que se consuma…
Sí… pero la gente no tiene dinero para consumir, ese es el problema. Los sucesivos gobiernos de González, Aznar, Zapatero y Rajoy lo que han creado es consumidores, no ciudadanos. Por otro lado es posible que estén echando piedras sobre su propio tejado, pero yo creo que no, que la intención es convertir a España en un país de servicios y esto es algo que viene impuesto desde la Unión Europea. Los diferentes gobiernos nos han vendido a la Unión Europea y al capital internacional, al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Lo que están consiguiendo es que haya seis millones de parados y otros dos millones que no cuentan porque están fuera. Además pretenden que los ciudadanos, los trabajadores, nos saquemos la piel a tiras para conseguir un trabajo de mierda por 500 euros al mes y 12 horas al día. Esto es el camino que llevamos, en el que ya estamos y estas son las condiciones de vida que millones de personas están ya empezando a sufrir.
Y sin embargo… hay algo que se mueve
Sí, evidentemente. Hay mucha gente que se está moviendo mucho, gente que se está arriesgando, que se está enfrentando a sus patronos, que están perdiendo su trabajo, que están siendo discriminados, despedidos. Por ejemplo, el Sindicato de Obreros del Campo tiene un juicio el 11 de noviembre por la ocupación pacífica de una tierra improductiva propiedad del glorioso ejército español para explotarla y dar puestos de trabajo. Pues bueno, se enfrentan a una pena de 85 años de cárcel y 400.000 euros de fianza. Yo tengo esperanza, si no no estaría aquí, tengo esperanza de que esta situación no se puede mantener por mucho tiempo más y que el pueblo reaccionará y echaremos a estos delincuentes del poder.
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