Quizá argumentes que “cumples órdenes” y por ese motivo actúas como un robot… Tal vez, nos resultaría más económico a los contribuyentes que pagamos TU sueldo hacernos con unos cuántos de esos artilugios; por lo menos, no presumen de tener cerebro ni estar al servicio del pueblo.
Cuando tus hijos crezcan un poco y te pregunten por qué motivo la Educación Pública ha muerto, no reciben becas, la Sanidad es de pago, la Justicia resulta inalcanzable sin dinero, no encuentran trabajo o se les agrede si protestan ¿tendrás la decencia de confesarles que gracias a tu actuación perdieron todo eso? ¿Tendrás el valor de decirles que con tu contribución desapareció el estado de bienestar, porque en lugar de proteger a los que defendían sus derechos (y los tuyos) te pusiste del lado de los que machacan y roban a manos llenas?
Si algún día tu madre es desahuciada porque le robaron con Preferentes, avaló a tu hermano o el coste de los medicamentos le ha hecho retrasarse en un pago…; si llega ese momento y tienes que reventar su puerta porque “son órdenes” ¿tendrás valor para mirarla a la cara? Lo dudo, el valor no es propio de los cobardes.
¿Qué le explicarás a tus hijos si un día te preguntan por qué motivo su amigo con cáncer no puede desplazarse hasta el hospital sin pagar una ambulancia y soportar centenares de km.? Y lo mismo para otro amigo que precise diálisis, por ejemplo, o sea dependiente… Y cuando vean que otros compañeros de clase llegan al colegio sin desayunar (quizá hasta sin cenar) y rebusquen entre las papeleras algo que llevarse a la boca ¿les dirás que tú luchaste por defender a las personas o admitirás que protegiste a los que las dejaron en la miseria mientras rescataban Bancos y protegían a corruptos?
Si las preguntas de tus niños se hacen insidiosas ¿tratarás de explicarles lo inexplicable o les darás un guantazo-antidisturbios? Si es tu mujer la que deja de verte como un héroe y te cuestiona algo ¿la escucharás o le largarás otro guantazo, para que recuerde quién manda en casa y quién gana el dinero?
Madero-antidisturbios: ¿Por qué no te miras un día en un espejo de cuerpo entero? Pero sin tu uniforme (ese con la identificación oculta) ni tus armas… Mírate desnudo, tal como llegaste al mundo, y dudo mucho que veas en tu reflejo ese “tipo duro” que pretendes ser cuando te crees amparado… Quizá sólo logres ver la imagen de un cobarde, porque sólo un cobarde se crece ante los débiles y cuando tiene sus espaldas cubiertas. Y al fin, “madero” cada uno de nosotros somos los únicos responsables de nuestras acciones. No vale aquello de: “me obligaron”, “eran órdenes…” Como decía Mahatma Gandhi: “Si la Ley es injusta, lo correcto es desobedecer”.
Imagino, “madero-antidisturbios” que si la protesta social, esa que lucha por los Derechos de todos (incluidos los tuyos) consigue una Sanidad Pública, te negarás a usarla y pagarás tu visita; como imagino que si los funcionarios recuperáis algún día las pagas que os han robado, no te atreverás a aceptarlas… Si machacas a los que de forma pacífica luchan por recuperar un estado de bienestar que nos han robado a todos, ¡ten la decencia de no parar la mano cuando el esfuerzo de tus víctimas consiga resultados!
Cargar durante una concentración contra los violentos, es una cosa; atentar, agredir y perseguir a personas pacíficas, menores y ancianos incluidos, no tiene nombre. Los bomberos de Catalunya, Andalucía, Madrid, La Coruña y muchos más ya se han decantado por la razón y la justicia… Y también ellos exponen sus profesiones y sus sueldos. ¡Pero son valientes! Mírate al espejo, madero, y si te queda alguna célula gris, reflexiona.
fuente: Pilar López Bernué
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