Las alianzas entre el partido conservador y el ultraderechista han suscitado controversia debido a sus recientes medidas en materia ambiental. Decidieron suprimir los carriles para bicicletas y aumentar los sistemas de riego en áreas donde la sequía es una amenaza constante.
Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), ha dado recientemente un discurso en Santa María de Gimenells, Lleida, centrado en el sistema agroalimentario y el entorno rural.
En las últimas semanas, la serie de acuerdos entre el PP y Vox ha dejado en claro sus objetivos políticos. No han dudado en seguir la agenda de la ultraderecha, amenazando con revertir acuerdos sociales logrados a lo largo de los años. Estas acciones sugieren que las futuras administraciones harán todo lo posible para invalidar las leyes democráticas, eliminar políticas de protección contra el machismo, y ya han ordenado la retirada de la bandera LGTBI+ durante la semana del orgullo.
El cuidado del medio ambiente se ha vuelto un tema de disputa. En las últimas semanas, el PP ha mostrado su negacionismo climático, llegando a acuerdos con Vox que contradicen la opinión científica consensuada y las demandas de Europa.
Un ejemplo notable de esto es la destrucción de infraestructuras para bicicletas. Los nuevos gobiernos municipales en ciudades clave han anunciado la eliminación de numerosos carriles para bicicletas para dar prioridad al uso de automóviles. Esta medida es contraria a la nueva dirección urbana propuesta por Europa, que promueve un estilo de vida más sostenible y menos contaminante, e ignora las recomendaciones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU.
Otro tema controvertido es la gestión del agua. En la Comunidad Valenciana, el PP y Vox firmaron un acuerdo de gobierno que incluye la expansión de los sistemas de riego en el sector agrícola. Esta decisión ha sido tomada a pesar de la sequía que ha afectado a la región y de la disminución de los recursos hídricos disponibles para el riego.
Además, Vox ha obtenido la responsabilidad en la gestión forestal. Esta formación, que ha negado la emergencia climática, ahora debe responder a los desafíos de la conservación forestal y desarrollar políticas para prevenir incendios. Esta decisión podría significar cambios significativos en la conservación de áreas protegidas y en las políticas de sostenibilidad que regulan las subvenciones agrícolas.
El acuerdo de gobierno en Extremadura también ha mostrado un cambio drástico hacia políticas más extractivas, lo que podría dar lugar a nuevos proyectos mineros para la extracción de litio, tierras raras, zinc y uranio, entre otros.
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