No son buenos tiempos para McDonald’s, la compañía de comida rápida con mayores beneficios del mundo gracias a sus 69 millones de clientes. La multinacional posee casi el 17 por ciento de la industria de restaurantes de servicio limitado en los Estados Unidos, casi tanto como las siguientes cuatro cadenas de restaurantes en esa categoría (Subway, Starbucks, Burger King y Wendy), y sus beneficios netos en 2015 fueron de 4.758 millones de dólares, casi un 20% menos que en 2013. Los últimos meses han sido fatídicos para la compañía que, según estiman diversos informes, abre locales a un ritmo tres veces inferior al que registraba hace una década.
La firma que ha convertido las hamburguesas de 1€ en un referente mundial comenzó el año con una caída del 15% en sus beneficios y con el anuncio de que su consejero delegado, Don Thompson, se retiraba tras tres años en los que la cadena fue sin rumbo. El 1 de marzo le sustituyó Steve Easterbrook, exjefe de marca, y poco después la Dirección de la Competencia de la Unión Europea inició una investigación preliminar sobre las prácticas fiscales de McDonald’s que, según denunciaron diversos sindicatos, evadió más de 1 billón de euros en ingresos fiscales durante cinco años. Las dudas sobre la calidad de sus alimentos y las movilizaciones mundiales por un salario digno anunciadas para el 15 de abril, ponen la puntilla a la reputación de la compañía que convirtió la Big Mac en un icono de la cultura americana.
Contratos a precio de Happy Meal
Para trabajar en uno de los restaurante de la compañía de comida rápida no es necesaria una titulación ni experiencia previa, sólo mostrar el “espíritu McDonald’s,” señala en la web de la compañía Aberto Unzurrunzaga, director de Recursos Humanos, que se ha negado a responder a este medio. “Nuestros empleados son nuestro principal valor,” afirma.
La cara contraria de la moneda la ofrecen desde la Federación Europea de Sindicatos del Servicio Público (EPSU por sus sigas en ingles). “Trabajos precarios, con salarios bajos y pocas perspectivas de empleo estable o promoción son las características de McDonald’s”, señala Pablo Sánchez, representante del sindicato europeo que aglutina a más de 8 millones de trabajadores. Una buena parte de los empleados de la compañía, afirma, dependen de los “contratos de 0 horas” en los que la empresa te puede avisar media hora antes para ir a trabajar. “A veces llaman a más gente de la que necesitan y los que lleguen antes al puesto de trabajo se quedan”, sostiene en base a varias denuncias recibidas. “Es un sistema creado hace varios años que implica la precariedad total”.
En España, las condiciones de los trabajadores suelen variar ampliamente entre las tiendas de la propia compañía, 90, y sus franquiciadas, 334, donde las condiciones de trabajo suelen ser más frágiles. “No quieren hacer a la gente fija”, explica un joven bilbaíno sobre los tejemanejes que su empleador le proponía para continuar con un puesto. “Yo estuve como trabajador eventual durante seis meses, y me renovaron otro medio año. Como no quieren hacerte indefinido, te cambian de tienda para hacerte de nuevo eventual o te dicen que vuelvas cuando pase el tiempo suficiente para poder hacerte otro contrato temporal”.
A pesar de que el trabajador destaca la amplia caja que hacía su tienda a diario, explica que no se compensa a los empleados. “Tú hacías el esfuerzo de quedarte toda la noche, pero no te pagaban más la hora. No miraban por ti”, relata. “Como cuando hacías horas extra y luego no te daban los días libres por mucho que los pidiera con antelación”. La situación no es extrapolable al resto de tiendas en España, ya que hablamos de un sistema de franquicias, pero coincide con las criticas que los trabajadores de la Comunidad de Madrid alzaron el pasado año en la Puerta del Sol. Entonces denunciaron condiciones laborales de “semiesclavitud.”
En 2013, McDonald’s, en colaboración con VISA, publicó una web para ayudar a sus trabajadores en la organización de sus finanzas personales. Uno de los documentos, que hizo público en su blog Alberto Sicilia, proponía jornadas de 74 horas semanales para ganar 2.060 dólares al mes (el alquiler medio en EEUU cuesta 1.048 dólares o 3.000 dólares en Nueva York). El escrito evidencia que a un trabajador de EUU le hacen faltan 480 años para ganar lo mismo que su director ejecutivo en uno.
Investigación por evasion fiscal
La estrategia de la popular marca de comida rápida pasa por presentarse como un proveedor importante de empleo, en particular para los jóvenes y otros sectores más afectados por el paro. Sin embargo, “mientras recibe masivas subvenciones de los gobiernos para financiar su fuerza de trabajo, les priva después de una buena cantidad de ingresos derivados de los impuestos que deja de pagar”, afirma Pablo Sánchez. Según una investigación publicada recientemente, las estratagemas fiscales de McDonald’s han costado a los gobiernos de la UE en torno a 1.000 millones de euros en ingresos fiscales entre 2009 y 2013.
Según el informe Unhappy Meal, elaborado por organizaciones sindicales europeas y americanas, la cadena efectuó diversas maniobras desde finales de 2008 para tributar menos. En aquel año reestructuró su negocio al transferir sus derechos europeos de propiedad intelectual y sus derechos de franquicia a McD Europe Franchising Sàrl, una sociedad luxemburguesa creada en 1985 con ramificaciones en Suiza. Un movimiento que, según acusa el documento, tuvo lugar inmediatamente después de un cambio de política fiscal en Luxemburgo que permitía a las compañías beneficiarse de significativas reducciones de su tasa impositiva por los beneficios ligados a la propiedad intelectual.
Un año mas tarde, la compañía trasladó su sede central de Londres a Ginebra, lo que convirtió a la filial luxemburguesa en una de las mayores subsidiarias europeas de la multinacional. Otro de los aspectos que se recogen en el documento es que, durante el periodo 2009-2013, esta filial recibió más de 3.700 millones de euros en royalties, y denuncia que apenas pagó 16 millones en impuestos.
“Por un lado, McDonald’s paga lo mínimo posible, y por otro, se beneficia de las exenciones fiscales”, señala de nuevo el representante sindical en relación al multimillonario ahorro fiscal de 1 billón de euros. El informe previamente señalado calcula que en Europa, el 73 por ciento de los restaurantes operan a través de franquicias a los que carga un canon de en torno al 5 por ciento de sus ventas, pero este royalty, “probablemente no tributa en el país en el que se genera”, menciona el representante del EPSU en conversaciones con La Marea. Además, según el escrito, los royalties de la filial luxemburguesa de McDonald´s ascendieron en 2013 a 833,8 millones, pero la factura fiscal de la filial por esta figura fue de 3,3 millones de euros, apenas el 0,4%.
En febrero, los sindicatos instaron a la Comisión Europea y a los Estados miembros a investigar la posible ilegalidad del esquema fiscal de McDonald’s en Europa, a incentivar la transparencia y a garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales de todas las multinacionales. La petición, a la que también se sumó Transparencia Internacional, consiguió que el pasado 2 de abril la Unión Europea iniciara una investigación preliminar sobre las prácticas fiscales de la compañía. “En un momento de austeridad continua, los gobiernos, los parlamentos y la Comisión deben tener la voluntad política para obligar a los ricos y a las multinacionales a pagar su parte justa de impuestos”, valoró al respecto la agrupación transatlántica de sindicatos.
El eco mundial de los trabajadores
Se calcula que dos tercios de las personas que reciben salarios mínimos en McDonald’s son mujeres, muchas de ellas madres solteras. “Estamos luchando por 15 dólares la hora. Y no vamos a parar hasta que lo consigamos”, apunta una de ellas en un correo electrónico remitido a La Marea el mismo día en el que la compañía anunciaba que subía sus salarios hasta los 10 dólares. Pero hay truco, señalan desde el movimiento para aumentar el salario mínimo de McDonald’s, y es que el incremento que proponen afecta a menos del 10 por ciento de los trabajadores. “Y lo que es peor: aproximadamente 1,6 millones de los empleados no obtendrán ningún beneficio de este truco de lavado de imagen de la empresa que obtiene unas ganancias anuales de miles de millones”.
McDonald’s lanzó su comunicado justo un día después de que este movimiento diera a conocer sus planes para la huelga de comida rápida más grande de la historia de Estados Unidos, el “4/15”, fecha elegida por cómo suena si la pronuncias en inglés. A pesar de que se prevé que más de 60.000 personas se unan a las huelgas en 200 ciudades de EEUU y a las acciones de apoyo en otros 35 países, la organización de trabajadores confiesa que espera “un amplio movimiento nacional de todos los trabajadores de bajos ingresos que fomente el espíritu de trabajo”. “Ya sean trabajadores de Burger King o de Walmart, el fondo de la protesta es que aún trabajando para una empresa con enormes beneneficios, no podemos siquiera llegar a fin de mes”, añaden.
Críticas a los alimentos, marketing de bandera
El nombrado nuevo CEO de McDonald’s incluyó entre los planes para un cambio de rumbo de la marca la mejora de los programas de alimentación y de marketing. La compañía trata de hacer frente a algunas de las criticas derivadas del cierre en Rusia de nueve restaurantes “por una medida sanitaria”, o a las quejas de las organizaciones de consumidores porque su última medida, dejar de comprar pollos tratados con antibióticos, sólo se aplicará a los 14.000 restaurantes que operan en EEUU. La cadena de los arcos dorados tiene 36.000 locales en todo el mundo.
Una de las medidas estrella de la comunicación de la multinacional ha sido la de “nuestra comida, sus preguntas”, en la que los consumidores pueden ver videos que responden a dudas como por ejemplo: ¿qué hay en los Chicken McNugget? “El objetivo es cambiar la conversación en torno a McDonald’s con noticias continuas y positivas sobre la calidad de la comida y la imagen del empleo para contraatacar así a quienes desprecian a la marca”, señalaba su director ejecutivo.
“El problema de McDonald’s no es sólo la transparencia de sus alimentos, sino que los sueldos que pagan a quienes los producen no den para llegar a fin de mes”, señala el movimiento que este miércoles saldrá a la calle en todo el mundo para reivindicar un salario mínimo “justo”.
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