20 oct 2015

La luz sube SÓLO un 70% en 10 años según el gobierno

La llegada del recibo de la luz es un momento crítico para muchas familias. En especial para los 1,8 millones de hogares en España que sufren pobreza energética, según Economics for Energy. Sin embargo, la luz no deja de subir. De acuerdo con el Gobierno, la factura se encareció un 70% de 2003 a 2013.


Tal y como publicaba Eurostat esta semana, los españoles pagamos la cuarta electricidad más cara del continente. Su precio subió un 4,1% en el segundo semestre del año pasado y se sitúa en los  23,7 euros por cada 100 kilovatios/hora, frente a los 20,8 euros que cuesta de media en la Unión Europea. Bruselas lleva tiempo advirtiendo al Gobierno de que nuestro recibo de la luz es uno de los más costosos del continente. Pero, ¿cuál es la razón? 

El déficit de tarifa

Durante años hubo un desfase entre el precio que se pagaba por la electricidad y lo que costaba producirla. Eso generó una enorme deuda del Estado con las eléctricas, que llegó a alcanzar los 30.000 millones de euros. Es el llamado déficit de tarifa.
A finales del año pasado, las cinco grandes (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP España y E.ON España) titularizaron esta deuda a través de cinco bancos españoles (BBVA, Bankia, Caixabank, Banco Popular y Santander) y la cedieron al Fade (Fondo de Titulización del Déficit del Sistema Eléctrico). 
El resultado es que actualmente no hay déficit como tal en el balance de las compañías. Pero eso no significa que los consumidores dejen de pagar por este concepto.
En la actualidad quedan pendientes de abonar al Fade 21.000 millones de euros, que se satisfarán en los próximos 14 años. Se paga una anualidad de aproximadamente 2.600 millones de euros al año. Eso significa que los contribuyentes siguen pagando por este concepto entre un 6% y un 7% cada mes en su factura de la luz. 
La CNE (Comisión Nacional de la Energía) apuntaba en un informe en el año 2013 a que las primas a las renovables son las grandes culpables del déficit de tarifa. 

Los impuestos

En España la factura de la luz está gravada con un 21% de IVA y cerca de un 5% del impuesto especial sobre la electricidad. Eso significa que se aplica a la factura eléctrica la misma tributación que a los bienes de lujo.
Desde Unesa (Asociación Española de la Industria Eléctrica), que representa a las cinco principales compañías del sector, se considera que el problema del elevado coste del recibo de la luz viene de los "costes políticos", ya que en realidad el coste del suministro de la luz (desde que se genera la electricidad hasta que llega a los hogares) "está por debajo de la media de los países europeos".
A su juicio "los culpables del elevado precio de la luz son los costes gubernamentales", que incluirían partidas como "los impuestos, el bono social o las primas a las renovables". Cantidades que suponen "el 50% del total de la factura".  
Sin embargo, de acuerdo con datos de Eurostat, nuestro país está por debajo de la media europea en lo que a impuestos se refiere (un 36%) . En países como Alemania o Dinamarca se satisfacen porcentajes que superan el 50%.

El coste de distribución

Según un informe de la Comisión publicado a principios del año pasado, nuestro país es el que cuenta con un mayor coste de distribución eléctrica de toda Europa, a seis céntimos por kilovatio. En otros países como Reino Unido o Bulgaria este concepto supone menos de medio céntimo/kilovatio.

José María Marín Quemada, Presidentede la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) (EFE)
José María Marín Quemada, Presidentede la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) (EFE)

Las prácticas oligopolísticas

Competencia ha sancionado a las eléctricas por prácticas oligopolísticas en varias ocasiones. Por ejemplo, en 2011 el organismo regulador impuso una sanción histórica de 61 millones de euros a Endesa, E.On, Gas Natural, Iberdrola e Hidroeléctrica del Cantábrico, al entender que habían pactado precios e impedido a sus clientes acceder al mercado libre. 

El PVPC no mejora los precios de Cesur

Hasta hace poco la Tarifa de Último Recurso (TUR) se decidía en la subasta Cesur (Contratos de Energía para el Suministro de Último Recurso). En esta subasta a la que acudían mayoristas y minoristas (eléctricas y organismos de inversión) se negociaba el precio de la luz para quienes están acogidos a esta tarifa (la mayoría de los consumidores), durante los próximos tres meses. 
Desde las organizaciones de consumidores siempre se había dicho que estas subastas eran opacas y no garantizan el libre mercado. Facua, una de las más criticas, aseguraba que la subasta estaba "viciada o trucada por las grandes empresas". En su opinión, el Ministerio de Industria debería "congelar o bajar" la Tarifa de Último Recurso (TUR).
Para sustituir a Cesur el Gobierno estableció el método de cálculo del término variable de energía del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) que por el momento no ha supuesto una rebaja en la factura de los consumidores.
Precisamente esta semana Iberdrola lanzó una oferta que permitirá a los clientes acceder a un precio fijo, libre de los vaivenes del mercado mayorista. El precio dependerá de lo que negocien el cliente y la compañía, sin embargo, Iberdrola ha informado que en cualquier caso será inferior al precio que estableció el Gobierno para aquellos consumidores que tengan contratada una potencia inferior a 10 kW.

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