Reflexiones sobre el burkini

fuente: Sara Bajiji

Bañarse en burkini, no. Dar el pecho en público, no. Trabajar con velo, no. Trabajar con escote, no. Cobrar lo mismo que un hombre, no. Salir solas y sin miedo, no.
Ahora bien, salir medio desnuda anunciando un coche que no vas a conducir tú, sí. Salir medio desnuda anunciando un perfume que no vas a usar tú, sí. Salir medio desnuda anunciando un detergente que solo vas a usar tú, sí.
Libre y democrática Europa creo que la llaman. Donde tendrás derechos y te serán respetados.
¡Já!
Queridas, con velo o sin él, en bikini o en burkini, somos igual de víctimas.
Y es que libertad no es la cantidad de carne que dejamos al descubierto o la que tapamos. Libertad es decidir NOSOTRAS la ropa que nos queremos poner y decidir NOSOTRAS ante quién nos la queremos quitar.
Decidir nosotras cuándo salir y cuándo llegar. Decidir nosotras, simplemente decidir.

Porque claro, que me obliguen a llevar burka es un escándalo, atenta contra mi libertad, contra mi derecho a decidir. Contra mí.
Pero, que me desnuden en medio de una playa mientras me gritan "vete a casa" cuando ni siquiera iba a bañarme, es un acto de "Liberté, égalité, fraternité".
Corre, liberemos a las pobres mujeres musulmanas de los países árabes, esos que las tienen tan oprimidas.
¡Corre!

Artículo 16 de la Constitución Española:
1. Se garantiza la LIBERTAD ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. NINGUNA confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de COOPERACIÓN con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Y si no te gustan las leyes del país el problema no lo tengo yo, te lo aseguro.
Ah, para las mentes pensantes, no las he escrito yo.
De verdad que no.