El cobalto es el mineral con el que se fabrican las baterías de litio, presentes en la gran mayoría de dispositivos. En las minas del Congo lo hay a raudales, pero las formas de extraerlo atentan contra los derechos humanos.
Mientras medio mundo se escandaliza por las baterías de litio que explotan, una parte de él vive completamente ajeno a ello y sólo le preocupa extraer todo elcobalto posible para que aquellas se sigan fabricando.
Hablamos de los cientos de miles de obreros que trabajan en las minas del sur del Congo, extrayendo ese mineral esencial para fabricar las baterías recargables que se integran en el smartphone o el portátil desde el que estás leyendo este artículo o en los vehículos eléctricos. Este país produce más de la mitad del cobalto a nivel mundial y representa el grueso de la economía de su economía.
Para conocer de primera mano en qué condiciones operan estos mineros o “cavadores”, como ellos mismos se definen, un periodista del Washington Postdescendió el pasado verano con uno de ellos por uno de estos túneles, carentes de toda infraestructura.
El día a día de un minero de cobalto
La jornada de estos mineros del cobalto consiste en descender cientos de metros bajo la superficie del suelo, con una linterna de plástico en la cabeza que apenas ilumina unos centímetros, herramientas manuales para picar la tierra y la única guía de su intuición. No llevan ningún equipo que garanticen mínimamente su integridad y nadie responde ante ellos en caso de accidente.
Algunos incluso duermen en el interior de las minas, con los riesgos que ello supone: falta de oxígeno y problemas respiratorios, paredes que se desprenden, inundaciones…
Cuando salen a la superficie lo hacen cargando con un fardo o saco lleno de los minerales de cobalto que hayan extraído. Cuantos más mejor, porque de ello depende su salario, que rara vez supera lo 2 ó 3 dólares diarios.
Se calcula que alrededor de 100.00 mineros congoleños, entre ellos niños, trabajan extrayendo cobalto manualmente en estas minas artesanales. Después sus familias limpian las rocas en el agua del río; agua que después llega, con restos de cobre y otros metales tóxicos, hasta sus hogares, lo que ya está causando defectos congénitos en los bebés.
Quién controla la industria
Gran parte de las rocas extraídas pasa después a manos de la compañía china Congo DongFang International Mining, que a su vez forma parte de uno de los mayores productores de cobalto del mundo, Zhejiang Huayou Cobalt.
Esta empresa suministra a los fabricantes de tecnología más importantes del mundo. Apple por ejemplo reconoce que alrededor de un 20% del cobalto que emplea para fabricar sus baterías se lo compra a Huayou Cobalt.Samsung por su parte ha expresado su intención de investigar la cadena de suministros de este material, pero no le consta que proceda de manos de Huayou Cobalt.
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Lejos de remitir, la demanda de cobalto cada vez es mayor, pues se están desarrollando dispositivos y tecnologías cuya naturaleza y estructura no serían posibles sin él. Las baterías de litio en concreto irrumpieron en la industria como la alternativa limpia frente a las de plomo convencionales, más ácidas, y hoy en día son indispensables.
Organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado en varias ocasiones las irregularidades que se cometen en las minas del Congo, y han emitido informes para obligar a las multinacionales a controlar a su proveedores, sin demasiado éxito.
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