Un informe presentado por Greenpeace, titulado "Las emisiones de hoy, las muertes de mañana", arroja luz sobre el impacto mortal de las grandes corporaciones petroleras y gasísticas europeas. El análisis impactante sugiere que las emisiones combinadas de 2.700 millones de toneladas de CO₂ de gigantes como Shell, TotalEnergies, BP y otras, incluida la española Repsol, podrían ser responsables de hasta 360.000 muertes prematuras por temperaturas extremas antes de fin de siglo.
Lisa Göldner, de la campaña Fossil Free Revolution, subraya la gravedad de la situación: un solo año de emisiones podría desencadenar cientos de miles de muertes en las próximas décadas. Además, la expansión de la industria de combustibles fósiles solo empeoraría el panorama, amenazando millones de vidas en todo el mundo.
El informe también advierte que las estimaciones son probablemente conservadoras, al no considerar otros impactos climáticos como inundaciones o enfermedades infecciosas. Asimismo, señala que las declaraciones de emisiones de las empresas pueden subestimar la realidad.
María Botella de Greenpeace España resalta el riesgo particular para España, dada su acelerada tasa de calentamiento. Cita el ejemplo de Repsol, cuyas emisiones y beneficios fósiles crecieron exponencialmente, mientras invertía en nuevos proyectos de combustibles fósiles.
El llamado de Greenpeace es claro: los líderes mundiales deben comprometerse a una eliminación rápida y justa de los combustibles fósiles y aumentar los impuestos a estas empresas para financiar la acción climática.
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