El estrepitoso fallo de David de Gea en el primer partido del Mundial de Rusia 2018, el ‘gallo’ de Manel Navarro en Eurovisión 2017 o la versión del himno de España de Marta Sánchez… posiblemente no hubieran sido lo mismo -ni hubieran alcanzado tanta popularidad- sin la posibilidad de que fueran comentados una y otra vez en Internet y sin que hubieran circulado por las redes sociales todo tipo de bromas y chistes sobre ellos.
Los memes, esas imágenes y recreaciones de un suceso que sirven para mofarse de él tirando de sarcasmo y humor, son una constante en plataformas como Facebook y Twitter, donde los propios usuarios rivalizan por crear el más ingenioso de la manera más rápida, todo con tal de obtener un buen puñado de retuits y “me gustas”.
Son tan populares los memes que resulta difícil imaginarse las redes sociales sin ellos. Sin embargo, esta misma semana la Unión Europea podría prohibir su creación y difusión en estas plataformas, lo que cambiaría para siempre la manera en la que hasta ahora entendemos Internet.
El organismo supranacional valorará los próximos días 20 y 21 de este mes la aprobación o no de un nuevo marco legal para la defensa de los Derechos de Autor en la Red que incluye numerosas medidas para garantizar la propiedad intelectual pero que resulta tan restrictiva en algunos casos que podría suponer el fin de los memes en Internet, de los vídeos recopilatorios que se suben a YouTube, de las versiones karaoke interpretadas por usuarios o incluso de las retransmisiones en directo de partidas de videojuegos.
El uso de estas prácticas tan habituales en la red podría quedar prohibido de aprobarse en el Parlamento Europeo el Artículo 13 de la nueva Directiva sobre Derechos de Autor, que supone un intento por controlar, posiblemente en exceso, los contenidos que circulan por la Red en el mercado único digital europeo.
En realidad, el “Artículo 13”, al ser una directiva, sólo obligaría a los países a obligar a las empresas a acatar una serie de principios a la hora de controlar lo que se publica en la Red, pero no establece cómo deberían hacer cumplir la ley cada uno de ellos. La disparidad de criterios que podría darse en cada uno de los 28 países de la Unión podría llevar a las plataformas sociales a adoptar una medida genérica lo suficientemente restrictiva como para no tener implicaciones legales en ninguno de los territorios, lo que redundaría en un control aún más excesivo de los contenidos que podrían compartir los usuarios.En este artículo se establece que las redes sociales, plataformas online y distintos portales de Internet deberán controlar de manera proactiva los contenidos que suben los usuarios y eliminar cuanto antes todos aquellos que contravengan los derechos de autor. Para cumplir esto, las compañías deberían desarrollar programas de reconocimiento automático que acabaran con las imágenes que reproducen fragmentos de películas, juegos, series o capturas de pantalla tomadas de una retransmisión televisiva, independientemente de la intención con la que se empleen. Aunque no hubiese ánimo de lucro, estos algoritmos acabarían con todos estos contenidos, sin tener en cuenta que únicamente habían sido creados para divertir o recrear sarcásticamente una situación o suceso. Simplemente, los eliminarían.
Durante las últimas semanas, para tratar de convencer a los parlamentarios europeos de que voten “no” en la sesión de aprobación del Artículo 13 han surgido varios movimientos sociales que han logrado cierta repercusión en muchos países del continente, aunque curiosamente en España no gozan de demasiada popularidad.
Entre ellos destaca SaveYourInternet, una iniciativa social que ha popularizado el hashtag #DeleteArt13y que cuenta con una página web en la que se explican las implicaciones que tendría la aprobación definitiva de la directiva. En su portal también se detallan los pasos que debería seguir quien quisiera ponerse en contacto con los parlamentarios para explicarles por qué el Artículo 13 supone una medida de control excesiva.
Además, en una carta firmada por más de 80 empresas e instituciones de Internet europeas, así como por personalidades como el creador de la World Wide Web, Sir Tim Berners-Lee o el fundador de la Wikipedia, Jimmy Wales, se señala que al pedir a las compañías que filtren automáticamente el contenido que suben los usuarios lo que se logra es que Internet pase de ser “una plataforma abierta para compartir e innovar a convertirse en una herramienta para la vigilancia y control de los usuarios que conllevaría la aplicación de la censura en las redes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario