El pasado día 7 de noviembre se presentaba en España el Etiquetado Nutricional Evolucionado (ENL), sistema similar al etiquetado semáforo que fue propuesto por Coca-Cola, Mondelez, Nestlé, PepsiCo y Unilever, y cuya finalidad era informar a los consumidores sobre el carácter saludable de los alimentos. Este sistema se basa en las raciones recomendadas y no en los 100 gramos de producto en los que se basan otros etiquetados semáforo, lo que provocó las críticas de varias asociaciones de consumidores ya que se consideraba que se trataba de un etiquetado semáforo a conveniencia, de todo ello hablábamos aquí.
Pues bien, hoy podemos saber que estas compañías anuncian que se suspende el Etiquetado Nutricional Evolucionado o “etiquetado semáforo a conveniencia”, como lo han definido algunas asociaciones de consumidores. En el comunicado de prensa se explica que las pruebas de este etiquetado continuarán realizándose en el segmento de las bebidas en Reino Unido e Irlanda, ya que estos países siguen el sistema voluntario del etiquetado semáforo. Quizá, el hecho de que muchas organizaciones de consumidores lo rechacen y que algunos países hayan anunciado la implantación del etiquetado Nutriscore, como es el caso de Bélgica o España, ha truncado las intenciones de estas compañías.
Sumando Francia, el primer país que introdujo el etiquetado Nutriscore (etiquetado por colores y letras que es similar al etiquetado semáforo), ya son tres países comunitarios los que utilizarán este sistema y, probablemente, otros tantos se sumen en breve a pesar de tener algunas incoherencias que se pueden solucionar fácilmente. Según las investigaciones, este etiquetado se considera el más eficaz para informar rápidamente a los consumidores sobre el carácter saludable de alimentos y bebidas.
Sumando Francia, el primer país que introdujo el etiquetado Nutriscore (etiquetado por colores y letras que es similar al etiquetado semáforo), ya son tres países comunitarios los que utilizarán este sistema y, probablemente, otros tantos se sumen en breve a pesar de tener algunas incoherencias que se pueden solucionar fácilmente. Según las investigaciones, este etiquetado se considera el más eficaz para informar rápidamente a los consumidores sobre el carácter saludable de alimentos y bebidas.
Coca-Cola, Mondelez, Nestlé, PepsiCo y Unilever continuarán solicitando a la Unión Europea que se implante un sistema generalizado de etiquetado en el frontal de los envases, ya que puede desempeñar un papel importante a la hora de informar a los consumidores sobre el contenido nutricional de los productos alimenticios, facilitando que puedan tomar decisiones de compra más saludables. Pero lamentablemente para estas compañías, no será el sistema que propusieron en base a las raciones recomendadas, ya que como explicamos en su momento, en muchos productos desaparecerían los puntos rojos, convirtiendo productos malsanos en aceptables como parte de la dieta diaria.
Las compañías explican que el Etiquetado Nutricional Evolucionado (ENL) fue el resultado de las demandas de los consumidores de poder tener acceso rápidamente a una información nutricional más sencilla y comprensible, apuntando que un código de colores es el sistema más eficaz para ello. Comentan que el sistema del etiquetado semáforo es reconocido por 500 millones de consumidores en la Unión Europea porque refleja el contenido de nutrientes por porción de consumo real. En nuestra opinión, esta información no es correcta, ya que se basa en los resultados de una encuesta concreta, recordemos que realizaron una encuesta entre 3.500 consumidores de siete países comunitarios (Bélgica, Bulgaria, Alemania, Grecia, Polonia, Portugal y España), preguntándoles sobre el etiquetado semáforo que proponían en comparación con el etiquetado monocromático actual, pero no se realizó una comparativa con el etiquetado semáforo basado en 100 gramos de producto.
Si realmente el sistema ENL cuenta con un gran apoyo tal y como declaran, ¿por qué suspenden su implantación? Las compañías argumentan que la falta de una definición armonizada a nivel europeo de los tamaños de las raciones ha conducido a una insuficiente comprensión y apoyo al sistema propuesto. En este sentido y ante la ausencia de una regulación de los tamaños de las porciones, se ha decidido suspender las pruebas de este etiquetado en los productos de alimentación. Esta explicación no nos convence y los motivos ya los hemos argumentado, para este grupo de compañías ha supuesto un varapalo, era una iniciativa que desde el primer momento no ha convencido.
Los promotores del etiquetado ENL reiteran su solicitud a la Comisión Europea para que establezca unos tamaños de porción armonizados para alimentación y bebidas, claro, que creemos que antes debería publicar los perfiles nutricionales, es decir, los requerimientos nutricionales que deben cumplir los productos alimenticios para incluir en sus etiquetas alegaciones sobre las propiedades nutricionales o su carácter saludable. A través de este enlace (Pdf) podréis conocer el comunicado realizado.
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