El Gobierno ha incluido en los Presupuestos Generales del Estado presentados este viernes por el Consejo de Ministros la bajada del IVA para los productos de higiene femenina. De aprobarse los PGE, c ompresas y tampones, que ahora soportan un impuesto del 10%, pasarán a estar gravados con el IVA superreducido del 4%. La medida implicará que el Estado deje de ingresar 18 millones de euros, según la previsión de Moncloa, la medida fiscal que menos afectará a las arcas del Estado, por debajo incluso de la disminución en el IVA de los libros electrónicos, que se prevé en 24 millones.
La rebaja, reivindicada desde hace tiempo, ya fue anunciada el pasado mes de octubre por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras ser pactada por Unidos Podemos y el Ejecutivo en el acuerdo al que llegaron de cara a estos PGE. El documento ya recogía entonces esta reducción, que fue uno de los puntos que ambas formaciones mantenían en común desde el principio de las negociaciones. Tras la firma del acuerdo, Montero, que ya había avanzado esta intención en el pleno del Congreso, justificó que los productos de higiene femenina tuvieran este tratamiento tributario más beneficioso debido a que el impacto de género en su compra es evidente.
La bajada incluida en los PGE presentados por Pedro Sánchez es la rebaja fiscal con menor impacto recaudatorio para el Estado, por detrás de los libros electrónicos, la caída del IVA de los servicios veter inarios y la rebaja del impuesto de sociedades para pequeñas y medianas empresas (PYMES). En nuestro país, el precio de una caja de tampones y compresas varía mucho en función de la marca y el establecimiento, según un estudio llevado a cabo por Facua en 2015. El mismo pack de tampones, por ejemplo, costaba 3,4 euros en un supermercado y 4,1 en otro.
El tema lleva años formando parte del debate público. A finales de 2016, la Comisión de Igualdad del Congreso aprobó una proposición no de ley presentada por el PSOE para instar al Gobierno a rebajar el IVA de estos productos de primera necesidad. La iniciativa contó con el voto en contra del PP y la abstención de Ciudadanos. Ya en 2017 el siguiente pasó lo dio Canarias, que anunció la eliminación del impuesto.
De aprobarse finalmente los Presupuestos, España no sería el primer país en disminuir este tributo para compresas y tampones. Ya se adelantaron Francia y Canadá, que el 1 de julio de 2015 decidió eliminar el impuesto. Esto motivó más de un año después la campaña Tampons from Canada, una iniciativa que solicitaba en junio de 2016 a los entonces candidatos a la presidencia del Gobierno esta medida.
Posteriormente, ya en verano de 2018, Escocia dio sus propios pasos en el marco de combatir la llamada "pobreza menstrual" y se convirtió en el primer país en ofrecer productos sanitarios gratuitos a las alumnas de colegios, institutos y universidades. Aunque no hay cifras ni estudios, la pobreza menstrual, es decir, la dificultad económica que atraviesan muchas mujeres a la hora de adquirir estos productos, h a comenzado a sonar con fuerza también en España. De hecho, varias asociaciones de asistencia social confirman la demanda de tampax y compresas por parte de personas en riesgo de exclusión.
La rebaja, reivindicada desde hace tiempo, ya fue anunciada el pasado mes de octubre por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras ser pactada por Unidos Podemos y el Ejecutivo en el acuerdo al que llegaron de cara a estos PGE. El documento ya recogía entonces esta reducción, que fue uno de los puntos que ambas formaciones mantenían en común desde el principio de las negociaciones. Tras la firma del acuerdo, Montero, que ya había avanzado esta intención en el pleno del Congreso, justificó que los productos de higiene femenina tuvieran este tratamiento tributario más beneficioso debido a que el impacto de género en su compra es evidente.
La bajada incluida en los PGE presentados por Pedro Sánchez es la rebaja fiscal con menor impacto recaudatorio para el Estado, por detrás de los libros electrónicos, la caída del IVA de los servicios veter inarios y la rebaja del impuesto de sociedades para pequeñas y medianas empresas (PYMES). En nuestro país, el precio de una caja de tampones y compresas varía mucho en función de la marca y el establecimiento, según un estudio llevado a cabo por Facua en 2015. El mismo pack de tampones, por ejemplo, costaba 3,4 euros en un supermercado y 4,1 en otro.
El tema lleva años formando parte del debate público. A finales de 2016, la Comisión de Igualdad del Congreso aprobó una proposición no de ley presentada por el PSOE para instar al Gobierno a rebajar el IVA de estos productos de primera necesidad. La iniciativa contó con el voto en contra del PP y la abstención de Ciudadanos. Ya en 2017 el siguiente pasó lo dio Canarias, que anunció la eliminación del impuesto.
De aprobarse finalmente los Presupuestos, España no sería el primer país en disminuir este tributo para compresas y tampones. Ya se adelantaron Francia y Canadá, que el 1 de julio de 2015 decidió eliminar el impuesto. Esto motivó más de un año después la campaña Tampons from Canada, una iniciativa que solicitaba en junio de 2016 a los entonces candidatos a la presidencia del Gobierno esta medida.
Posteriormente, ya en verano de 2018, Escocia dio sus propios pasos en el marco de combatir la llamada "pobreza menstrual" y se convirtió en el primer país en ofrecer productos sanitarios gratuitos a las alumnas de colegios, institutos y universidades. Aunque no hay cifras ni estudios, la pobreza menstrual, es decir, la dificultad económica que atraviesan muchas mujeres a la hora de adquirir estos productos, h a comenzado a sonar con fuerza también en España. De hecho, varias asociaciones de asistencia social confirman la demanda de tampax y compresas por parte de personas en riesgo de exclusión.
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