La desigualdad en España se hereda y es crónica, según el informe de Intermón Oxfam, Desigualdad 1-Igualdad de Oportunidades 0, que publica anualmente con motivo de la celebración del Foro Económico Mundial en Davos y que pone el foco en la movilidad social, la igualdad de oportunidades y la pobreza.
La crisis, que se comió a las clases medias, fue el detonante de la desigualdad actual, que no ha podido recuperar los niveles anteriores a la recesión económica y que el sistema no está sabiendo paliar, señala el informe. En España, la pobreza aumentó durante la crisis cuatro veces más de lo que se ha reducido con la recuperación.
El informe revela detalles como que la diferencia en la esperanza de vida de las personas de los barrios más ricos y más pobres puede llegar hasta los 11 años en ciudades como Barcelona y a 7 en Madrid; o que los puestos mejor remunerados estarán ocupados por trabajadores que vienen de familias con rentas mayores.
En conjunto, España suspende en cuanto a recuperación de la pobreza con un sistema de protección social que no consiste rescatar ni a una de cada cuatro personas, mientras que en países como Dinamarca, Irlanda o Finlandia se reduce la pobreza en una de cada dos, según denuncia Intermón Oxfam.
La reducción de la clase media y la inmovilidad polarizan la sociedad: ricos más ricos y pobres más pobres
La crisis arrastró a la clase media, que no ha vuelto ha recuperarse a pesar del crecimiento económico. El informe revela que una de cada seis familias de clase media cayó en la pobreza durante la recesión y no ha conseguido recuperar los niveles económicos. La clase media española tiene hoy 10 puntos menos de la renta nacional en comparación con la del 2000 y esta reducción provoca una polarización de la sociedad, según denuncia el informe.
Mientras los ultramillonarios (más de 40 millones de euros) alcanzaron el récord de 1.690 personas, lo que supone un aumento del 4%, las familias en las que no entra ningún tipo de ingreso aumentaron el año pasado en 16.500 hogares, lo que supone una cifra total de 617.000.
"La inmovilidad social en España hace que quienes son ricos y pobres se perpetúen y las personas más empobrecidas tengan más difícil cambiar su situación a lo largo de su vida", advierte Intermón Oxfam.
La organización asegura que, independientemente de que la formación académica sea la misma, las opciones de movilidad social están más limitadas para los jóvenes que provienen de hogares con menos ingresos; mientras que los que vienen de familias con rentas más altas ocuparán puestos mejor remunerados y más valorados.
La desigualdad se hereda, y para toda la vida
Desde que se inició la recuperación de la crisis, las más beneficiadas han sido las rentas altas.
En este marco, el informe advierte de que cuánto más desigualdad, más condicionado estará el futuro de las siguientes generaciones: Si se nace en una familia de ingresos altos se ganará un 40% más que si se crece en un hogar con ingresos bajos, asegura Intermón. Y la OCDE advierte de que, si no se hace algo, en España se necesitarán 120 años, cuatro generaciones, para que una familia del 10% más pobre alcance los ingresos medios.
Esto se ve agravado por un sistema educativo menos equitativo que antes de la crisis, según denuncia el informe. La tradicional escalera social ya no funciona: de todos los estudiantes que abandonan los estudios de forma prematura, 1 de cada 2 pertenece al 20% de hogares con menos ingresos.
No es tanto una cuestión de desempleo como de precariedad, y las mujeres son más vulnerables
El empleo ha ido mejorando sus cifras con la recuperación económica, pero no ha garantizado una mejora en la calidad de vida. El 13% de las personas trabajadoras viven por debajo del umbral de la pobreza, afirma el informe. Y en 2017, el 51,65% de los contratos eran parciales, temporales o ambas cosas, según los datos del Régimen General de la Seguridad Social, y los salarios se redujeron un 1,8%.
"La reducción del peso de los salarios en el PIB es el resultado de la combinación de una estructura ocupacional basada en empleos de bajo valor añadido con un marco legal que ha ido cambiando para facilitar la contenición salarial y las formas atípicas de empleo", denuncia Intermón. También señala que las mujeres son más vulnerables: el 70,8% de las personas con un contrato parcial no deseado son mujeres. Además, también conforman el 70% de personas que reciben el Salario Mínimo Interprofesional.
La crisis, que se comió a las clases medias, fue el detonante de la desigualdad actual, que no ha podido recuperar los niveles anteriores a la recesión económica y que el sistema no está sabiendo paliar, señala el informe. En España, la pobreza aumentó durante la crisis cuatro veces más de lo que se ha reducido con la recuperación.
El informe revela detalles como que la diferencia en la esperanza de vida de las personas de los barrios más ricos y más pobres puede llegar hasta los 11 años en ciudades como Barcelona y a 7 en Madrid; o que los puestos mejor remunerados estarán ocupados por trabajadores que vienen de familias con rentas mayores.
En conjunto, España suspende en cuanto a recuperación de la pobreza con un sistema de protección social que no consiste rescatar ni a una de cada cuatro personas, mientras que en países como Dinamarca, Irlanda o Finlandia se reduce la pobreza en una de cada dos, según denuncia Intermón Oxfam.
La reducción de la clase media y la inmovilidad polarizan la sociedad: ricos más ricos y pobres más pobres
La crisis arrastró a la clase media, que no ha vuelto ha recuperarse a pesar del crecimiento económico. El informe revela que una de cada seis familias de clase media cayó en la pobreza durante la recesión y no ha conseguido recuperar los niveles económicos. La clase media española tiene hoy 10 puntos menos de la renta nacional en comparación con la del 2000 y esta reducción provoca una polarización de la sociedad, según denuncia el informe.
Mientras los ultramillonarios (más de 40 millones de euros) alcanzaron el récord de 1.690 personas, lo que supone un aumento del 4%, las familias en las que no entra ningún tipo de ingreso aumentaron el año pasado en 16.500 hogares, lo que supone una cifra total de 617.000.
"La inmovilidad social en España hace que quienes son ricos y pobres se perpetúen y las personas más empobrecidas tengan más difícil cambiar su situación a lo largo de su vida", advierte Intermón Oxfam.
La organización asegura que, independientemente de que la formación académica sea la misma, las opciones de movilidad social están más limitadas para los jóvenes que provienen de hogares con menos ingresos; mientras que los que vienen de familias con rentas más altas ocuparán puestos mejor remunerados y más valorados.
La desigualdad se hereda, y para toda la vida
Desde que se inició la recuperación de la crisis, las más beneficiadas han sido las rentas altas.
En este marco, el informe advierte de que cuánto más desigualdad, más condicionado estará el futuro de las siguientes generaciones: Si se nace en una familia de ingresos altos se ganará un 40% más que si se crece en un hogar con ingresos bajos, asegura Intermón. Y la OCDE advierte de que, si no se hace algo, en España se necesitarán 120 años, cuatro generaciones, para que una familia del 10% más pobre alcance los ingresos medios.
Esto se ve agravado por un sistema educativo menos equitativo que antes de la crisis, según denuncia el informe. La tradicional escalera social ya no funciona: de todos los estudiantes que abandonan los estudios de forma prematura, 1 de cada 2 pertenece al 20% de hogares con menos ingresos.
No es tanto una cuestión de desempleo como de precariedad, y las mujeres son más vulnerables
El empleo ha ido mejorando sus cifras con la recuperación económica, pero no ha garantizado una mejora en la calidad de vida. El 13% de las personas trabajadoras viven por debajo del umbral de la pobreza, afirma el informe. Y en 2017, el 51,65% de los contratos eran parciales, temporales o ambas cosas, según los datos del Régimen General de la Seguridad Social, y los salarios se redujeron un 1,8%.
"La reducción del peso de los salarios en el PIB es el resultado de la combinación de una estructura ocupacional basada en empleos de bajo valor añadido con un marco legal que ha ido cambiando para facilitar la contenición salarial y las formas atípicas de empleo", denuncia Intermón. También señala que las mujeres son más vulnerables: el 70,8% de las personas con un contrato parcial no deseado son mujeres. Además, también conforman el 70% de personas que reciben el Salario Mínimo Interprofesional.
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