A trece días de las elecciones generales, el líder del PP, Pablo Casado, ha vuelto a Canarias a hacer campaña donde ha recuperado el discurso antiinmigración que le caracterizó durante las primeras semanas al frente de los populares, acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de provocar un "efecto llamada" por acoger a los inmigrantes del buque Aquarius, el pasado verano.
Casado ha llegado a plantear que se vuelva a aplicar "la ley de racionalización del sistema sanitario del 2012", que supuso impedir el acceso al sistema sanitario a los migrantes sin papeles. Esa restricción fue retirada por el Gobierno en septiembre a través de un decreto que volvió a garantizar la sanidad universal.
Ahora, Casado quiere recuperar el modelo anterior cargando contra el Ejecutivo por su política migratoria, "esa apelación demagógica y buenista" que "es utilizada por las mafias para delinquir y, sin embargo, pone en riesgo la sostenibilidad nuestros servicios sociales y la seguridad de nuestras fuerzas policiales". Desde el puerto de Las Palmas, se ha mostrado a favor de una inmigración "ordenada" y "vinculada al mercado de trabajo".
"España es un país solidario, de acogida, pero se tiene que hacer por el cauce legal. Si no el Estado del bienestar no es sostenible y, por tanto, queremos que se ponga en práctica esa ley de racionalización del sistema sanitario del año 2012 que acababa con el turismo sanitario, ahorraba mil millones de euros y que no evitaba la solidaridad, porque se permitía la atención en urgencias, en maternidad, pero no permitía que ese turismo sanitario pusiera en riesgo nuestra sanidad y nuestro estado del bienestar", ha zanjado.
El líder de los populares ha asegurado que, según datos de la Organización Mundial de Inmigración, desde que gobierna Sánchez a España ha llegado un 173% más de migrantes. Frente a estas cifras, Casado ha propuesto "volver a la política de inmigracion" del PP, con un "apoyo sin fisuras a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado" y "a favor de las vallas de contención" que existen en Ceuta y Melilla.
Además, el líder popular ha planteado que "se pongan en marcha radares en el archipiélago canario" que, según él, impedirían "nuevas llegadas" y "evitarían nuevos naufragios". "No podemos dejar que las mafias arrojen al mar ataúdes humanos", ha añadido.
Casado también se ha referido a los escraches y el acoso sufrido este fin de semana por miembros de Ciudadanos o de Vox en Euskadi. "Estamos viendo una campaña electoral en la que los violentos campan a sus anchas", ha asegurado el líder del PP, antes de afirmar que "el PSOE intenta ir de moderado mientras es tremendamente respetuoso con los violentos y tremendamente agresivo con los moderados que simplemente pedimos que se pongan medidas para que en España salir a la calle o hacer un mitin no sean objeto de escraches agresiones o amenazas".
"O el PSOE está con los demócratas a los que están agrediendo o con los de la kale borroka de Bildu", ha insistido Casado, que ha querido mostrar su "solidaridad" con los de Rivera y los de Abascal "que fueron increpados y agredidos por los borrokas de siempre". Casado ha denunciado "el silencio cómplice del Gobierno" porque, ha dicho, "los que no denuncian esto se están poniendo del lado de los violentos".
"Pedimos que estos ataques se condenen por parte del PSOE y del Gobierno de Pedro Sánchez. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Lo normal es que nos agredan? Reclamamos una acción urgente", ha concluído.
Casado ha llegado a plantear que se vuelva a aplicar "la ley de racionalización del sistema sanitario del 2012", que supuso impedir el acceso al sistema sanitario a los migrantes sin papeles. Esa restricción fue retirada por el Gobierno en septiembre a través de un decreto que volvió a garantizar la sanidad universal.
Ahora, Casado quiere recuperar el modelo anterior cargando contra el Ejecutivo por su política migratoria, "esa apelación demagógica y buenista" que "es utilizada por las mafias para delinquir y, sin embargo, pone en riesgo la sostenibilidad nuestros servicios sociales y la seguridad de nuestras fuerzas policiales". Desde el puerto de Las Palmas, se ha mostrado a favor de una inmigración "ordenada" y "vinculada al mercado de trabajo".
"España es un país solidario, de acogida, pero se tiene que hacer por el cauce legal. Si no el Estado del bienestar no es sostenible y, por tanto, queremos que se ponga en práctica esa ley de racionalización del sistema sanitario del año 2012 que acababa con el turismo sanitario, ahorraba mil millones de euros y que no evitaba la solidaridad, porque se permitía la atención en urgencias, en maternidad, pero no permitía que ese turismo sanitario pusiera en riesgo nuestra sanidad y nuestro estado del bienestar", ha zanjado.
El líder de los populares ha asegurado que, según datos de la Organización Mundial de Inmigración, desde que gobierna Sánchez a España ha llegado un 173% más de migrantes. Frente a estas cifras, Casado ha propuesto "volver a la política de inmigracion" del PP, con un "apoyo sin fisuras a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado" y "a favor de las vallas de contención" que existen en Ceuta y Melilla.
Además, el líder popular ha planteado que "se pongan en marcha radares en el archipiélago canario" que, según él, impedirían "nuevas llegadas" y "evitarían nuevos naufragios". "No podemos dejar que las mafias arrojen al mar ataúdes humanos", ha añadido.
Casado también se ha referido a los escraches y el acoso sufrido este fin de semana por miembros de Ciudadanos o de Vox en Euskadi. "Estamos viendo una campaña electoral en la que los violentos campan a sus anchas", ha asegurado el líder del PP, antes de afirmar que "el PSOE intenta ir de moderado mientras es tremendamente respetuoso con los violentos y tremendamente agresivo con los moderados que simplemente pedimos que se pongan medidas para que en España salir a la calle o hacer un mitin no sean objeto de escraches agresiones o amenazas".
"O el PSOE está con los demócratas a los que están agrediendo o con los de la kale borroka de Bildu", ha insistido Casado, que ha querido mostrar su "solidaridad" con los de Rivera y los de Abascal "que fueron increpados y agredidos por los borrokas de siempre". Casado ha denunciado "el silencio cómplice del Gobierno" porque, ha dicho, "los que no denuncian esto se están poniendo del lado de los violentos".
"Pedimos que estos ataques se condenen por parte del PSOE y del Gobierno de Pedro Sánchez. ¿Qué va a ser lo próximo? ¿Lo normal es que nos agredan? Reclamamos una acción urgente", ha concluído.
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