«El capitalismo se asienta en la idea del trabajo libre y el neoliberalismo es un gran proceso hacia el trabajo sin derechos, la «uberización» del sistema», indica el afamado sociólogo.
En una entrevista con Semanario Universidad, el reconocido sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos ha dejado varias frases para despertar conciencias , al menos en lo económico. Las declaraciones fueron realizadas a raíz de recibir el doctorado Honoris Causa Aula Magna de la Ciudad de la Investigación.
Indica el sociólogo que «tres dominaciones principales caracterizan nuestra sociedad: el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado». «Hay muchas otras dominaciones satélites, la religión conservadora, las castas en India. Estas tres dominaciones actúan articuladas y la resistencia en su contra está fragmentada».
«Hay muchos sindicatos y partidos anticapitalistas, comunistas, socialistas, que muchas veces fueron racistas y sexistas; hay movimientos de liberación nacional anticolonial, antiracistas, que fueron muchas veces sexistas y procapitalistas, y hay movimientos feministas que muchas veces fueron y son racistas y procapitalistas», señala.
«El capitalismo se asienta en la idea del trabajo libre, que tiene que ser devaluado y el neoliberalismo es un gran proceso hacia el trabajo sin derechos, lo que llamamos la “uberización” del trabajo», señala.
Sousa Santos indica que esto no es suficiente, ya que «es necesario que al lado del trabajo libre haya un trabajo altamente devaluado y no pagado, y quienes lo producen son las mujeres, las comunidades negras y los pueblos indígenas. Necesitamos un pensamiento que al mismo tiempo sea anticapitalista, anticolonilaista -antiracista por ejemplo- y antisexista. Esto es una cultura nueva de resistencia que es muy difícil de organizar».
Conservadurismo religioso
«El conservadurismo religioso es un fenómeno que avanza con toda la virulencia, pero que nace en el continente por lo menos en 1969, cuando Nelson Rockefeller produjo un informe en que decía que América Latina estaba en peligro por la Teología de la Liberación progresista, que quería quizás provocar una insurrección en contra del capitalismo a partir de la religión y que era necesario una respuesta religiosa conservadora», destapa el sociólogo.
Sousa Santos indica que «se empezó a construir esa respuesta a partir de los evangélicos neopentecostales, que son la versión más conservadora e individualista de la teología. Diez años después se creó en Brasil la Iglesia Universal del Reino de Dios, que es un gran emporio conservador neopentecostal, ahora está en todo el continente».
«El conservadurismo es un componente fundamental porque estamos en una situación casi neocolonial, el neoliberalismo es un sistema cuyo gran genio es transferir la riqueza de los pobres y de las clases medias para los ricos. Tuvo aquí una entrada brutal con el TLC», señala.
Afirma el sociólogo que el conservadurismo «crea la idea de que hay una crisis permanente, que es fundamental para mantener a la gente sin alternativas: hay recortes de salario, por la crisis; hay privatización de la educación, por la crisis; hay privatización de la salud, por la crisis… O sea, en vez de explicarnos la crisis, es la crisis la que explica todo».
«El conservadurismo religioso es una manera de acomodar y neutralizar la resistencia para que usted se pueda sentir en esta sociedad como si fuera la única posible, y por eso no hay alternativa», finaliza.
En una entrevista con Semanario Universidad, el reconocido sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos ha dejado varias frases para despertar conciencias , al menos en lo económico. Las declaraciones fueron realizadas a raíz de recibir el doctorado Honoris Causa Aula Magna de la Ciudad de la Investigación.
Indica el sociólogo que «tres dominaciones principales caracterizan nuestra sociedad: el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado». «Hay muchas otras dominaciones satélites, la religión conservadora, las castas en India. Estas tres dominaciones actúan articuladas y la resistencia en su contra está fragmentada».
«Hay muchos sindicatos y partidos anticapitalistas, comunistas, socialistas, que muchas veces fueron racistas y sexistas; hay movimientos de liberación nacional anticolonial, antiracistas, que fueron muchas veces sexistas y procapitalistas, y hay movimientos feministas que muchas veces fueron y son racistas y procapitalistas», señala.
«El capitalismo se asienta en la idea del trabajo libre, que tiene que ser devaluado y el neoliberalismo es un gran proceso hacia el trabajo sin derechos, lo que llamamos la “uberización” del trabajo», señala.
Sousa Santos indica que esto no es suficiente, ya que «es necesario que al lado del trabajo libre haya un trabajo altamente devaluado y no pagado, y quienes lo producen son las mujeres, las comunidades negras y los pueblos indígenas. Necesitamos un pensamiento que al mismo tiempo sea anticapitalista, anticolonilaista -antiracista por ejemplo- y antisexista. Esto es una cultura nueva de resistencia que es muy difícil de organizar».
Conservadurismo religioso
«El conservadurismo religioso es un fenómeno que avanza con toda la virulencia, pero que nace en el continente por lo menos en 1969, cuando Nelson Rockefeller produjo un informe en que decía que América Latina estaba en peligro por la Teología de la Liberación progresista, que quería quizás provocar una insurrección en contra del capitalismo a partir de la religión y que era necesario una respuesta religiosa conservadora», destapa el sociólogo.
Sousa Santos indica que «se empezó a construir esa respuesta a partir de los evangélicos neopentecostales, que son la versión más conservadora e individualista de la teología. Diez años después se creó en Brasil la Iglesia Universal del Reino de Dios, que es un gran emporio conservador neopentecostal, ahora está en todo el continente».
«El conservadurismo es un componente fundamental porque estamos en una situación casi neocolonial, el neoliberalismo es un sistema cuyo gran genio es transferir la riqueza de los pobres y de las clases medias para los ricos. Tuvo aquí una entrada brutal con el TLC», señala.
Afirma el sociólogo que el conservadurismo «crea la idea de que hay una crisis permanente, que es fundamental para mantener a la gente sin alternativas: hay recortes de salario, por la crisis; hay privatización de la educación, por la crisis; hay privatización de la salud, por la crisis… O sea, en vez de explicarnos la crisis, es la crisis la que explica todo».
«El conservadurismo religioso es una manera de acomodar y neutralizar la resistencia para que usted se pueda sentir en esta sociedad como si fuera la única posible, y por eso no hay alternativa», finaliza.
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