Cerca de 6.000 empleados de un centro de distribución de Amazon en Alabama votaron el lunes a favor o en contra de la creación de una sección sindical. La formación de un sindicato sería una novedad para el gigante del e-commerce, quien hasta el momento ha logrado evitarlo. Este acto también sería el reflejo de una importante señal de la evolución de la conciencia laboral en Estados Unidos.
Bessemer, una pequeña ciudad de 20.000 habitantes en pleno centro de Alabama, se ha convertido durante los últimos meses en el centro de una lucha sindical histórica en Estados Unidos. Alrededor de 6.000 empleados en el centro de distribución de Amazon se pronunciaron el lunes 29 de marzo sobre la creación de la primera sección sindical en el seno del imperio del e-commerce en el territorio estadounidense.
El conteo de votos podrá tomar varios días y luego será necesario esperar para conocer el resultado de ese escrutinio que puede cambiar de manera profunda el panorama, no sólo para Amazon.
Muralla contra el sindicalismo
La importancia de este voto se debe, en primer lugar, a que Amazon siempre se ha defendido contra el sindicalismo en Estados Unidos. En 2014, una primera tentativa de creación de un sindicato terminó fracasando en un pequeño centro de distribución en Middletown, en Connecticut, tras una intensa campaña realizada por el grupo para disuadir a los empleados de votar.
El mismo escenario ocurrió un año después en Chester, en Virginia. Pero esa vez, Amazon fue señalado por el National Labor Relation Board (la autoridad federal de vigilancia de los abusos en el mundo laboral) por las presiones que ejerció sobre los empleados. El gigante del e-commerce fue acusado de vigilar a los trabajadores tentados por el sindicalismo y de haberlos amenazado con sanciones.
Amazon nunca reconoció haber utilizado esas técnicas, pero se vio obligado a publicar en las instalaciones de la fábrica de Chester un documento donde reconocía los derechos de los empleados a formar sindicatos.
Este historial no le impidió a Darryl Richardson ponerse en contacto en junio de 2020 con el Retail, Wholesale and Department Store Union (RWDSU, uno de los sindicatos más influyentes en Estados Unidos en el sector de la gran distribución). Este empleado quería crear una sección sindical en Bessemer, no por razones salariales -Amazon es conocido por ser uno de los patrones más generosos del país, tanto en términos de remuneración como de protección social- sino para obtener mejores condiciones de trabajo.
Darryl Richardson no sólo denunciaba los ritmos infernales y las constantes presiones de la jerarquía, también estimaba que durante la pandemia de Covid-19 Amazon estaba haciendo muy poco por proteger a sus empleados. Richardson sabía que el camino para llegar al voto estaría lleno de obstáculos, tal como en efecto ocurrió.
El gigante del e-commerce empezó a presionar a los empleados después de noviembre de 2020, una vez que cerca de la mitad de los trabajadores del centro de distribución expresó su interés por el establecimiento de una sección sindical en Bessemer.
La importancia de un semáforo en la lucha sindical
El gigante de Internet multiplicó las reuniones informales obligatorias sobre los problemas del voto. Una manera de resaltar los “peligros” de un sindicato, según expresaron varios empleados del centro de Bessemer entrevistados por diversos medios estadounidenses.
Amazon también creó una página web cuya única razón de ser es resaltar el costo financiero de sindicalizarse. “¿Por qué no ahorrarse ese dinero para comprar más bien libros, regalos y cosas que realmente quieran?”.
Los celulares de los empleados también son inundados, varias veces al día, por mensajes de texto de Amazon para hacer campaña en contra del sindicato.
Estas tácticas que pueden parecer un juego limpio, pero Amazon llegó todavía más lejos. Por ejemplo, en diciembre de 2020, la empresa logró que el semáforo de señalización en la intersección a la salida del centro de distribución se ponga en verde más rápido.
El grupo afirma haber querido ayudar al flujo del tráfico, pero los miembros del sindicato RWDSU resaltan que, por no poder entrar en las instalaciones de la fábrica, es allí en donde se reúnen para convencer a los empleados de votar por la creación de un sindicato.
Si Amazon se esfuerza tanto por cortar de raíz este nuevo esfuerzo, es porque “si un voto como ese es aprobado en Bessemer, probablemente puede tener éxito en todos los demás lugares”, resalta Marc Bayard, director del Institute for Policy Studies, un centro de reflexión liberal con sede en Washington, entrevistado por el Financial Times.
En efecto, Alabama, un estado muy conservador, es conocido por ser particularmente hostil a los sindicatos. Es también un bastión del racismo en Estados Unidos y una gran mayoría de los trabajadores de Amazon son afroamericanos. Si los empleados demuestran que pueden superar la hostilidad natural que existe frente a ellos en esta región al sindicalizarse, “eso será una señal muy fuerte para los más de 400.000 trabajadores en los 800 centros de Amazon en el territorio estadounidense”, afirma el Washington Post.
¿Renovación del sindicalismo en Estados Unidos?
El voto no sólo es una prueba para Amazon. Es también un indicador importante de la salud del sindicalismo en Estados Unidos, que parecía moribundo hace poco más de un año. La tasa de trabajadores sindicalizados pasó del 30% en los años 1960 a un poco más de 10% el año pasado, recuerda el Washington Post.
Pero el apoyo a los sindicatos se renovó desde el comienzo de la pandemia, mientras el pulso entre los empleadores y los trabajadores se inclina cada vez más a favor de los primeros a causa de la crisis económica. Ahora, más del 65% de los estadounidenses aprueba el trabajo de los sindicatos, según una encuesta Gallup de septiembre de 2020. Es “la tasa más alta de aprobación desde hace más de dos décadas”, precisa la revista Times.
Los sindicatos también encontraron un aliado en la Casa Blanca con el nuevo presidente demócrata Joe Biden. “Los sindicatos construyeron la clase media en Estados Unidos y mi administración respaldará el derecho de cada estadounidense a sindicalizarse”, declaró Joe Biden en un video publicado en Twitter el 1º de marzo.
Bernie Sanders, uno de los principales tenores del ala izquierda del partido demócrata, incluso se desplazó hasta Bessemer el viernes 26 de marzo para darle su apoyo a los empleados de Amazon a favor de la creación de una sección local del RWDSU.
Para el partido en el poder, un voto a favor de la creación de un sindicato en el seno de Amazon podría constituir un cambio en la mentalidad de los estadounidenses. Algo que el gigante del e-commerce también trata de evitar: pasar a la historia como la empresa que, a pesar suyo, impulsó un renacimiento sindical en Estados Unidos.
Este artículo ha sido adaptado del original de France 24 français.
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