El inspector jefe de la Policía Nacional Manuel Morocho ha declarado ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que recibió "presiones" en 2013 del Gobierno de Mariano Rajoy para modificar los informes del caso Gürtel y que, incluso, le ofrecieron ser destinado como agregado de Interior a una embajada, que podía ser en Lisboa, con un salario superior a los 10.000 euros mensuales.
Según ha dicho el responsable policial, se le "conminó a que minusvalorara" los papeles que implicaban a altos cargos del PP en la trama de corrupción. El ofrecimiento del ascenso laboral, de acuerdo con su declaración, se lo hizo el comisario José Luis Olivera en un encuentro en el que este último recibió supuestamente una llamada telefónica del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
"Hola, ministro. Sí, estoy con él"
Morocho relató que Olivera respondió a su interlocutor: “Hola, ministro. Sí, estoy con él”, por lo que dio por hecho que ambos hombres se referían a él. El juez García Castellón no ha ocultado su consternación tras escuchar la declaración del inspector policial:“Me deja usted un panorama desolador”, ha afirmado, según adelanta este martes El País.
Le prohibieron poner en los informes el nombre de Rajoy
El jefe policial ha explicado que sus superiores le impidieron poner en sus informes los nombres de los responsables políticos del PP, entre ellos el del entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que, según los papeles de Luis Bárcenas, fueron supuestos perceptores de sobresueldos, aunque ha añadido que consiguió incluirlos en un anexo a uno de sus documentos.
Los mismos altos cargos le presionaron para que el nombre del empresario Ignacio López del Hierro, marido de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, imputado en el caso Kitchen, no figurase en sus informes. Según su relato ante el juez, uno de sus jefes le dijo que “López del Hierro es amigo de Villarejo (el excomisario José Manuel Villarejo)”.
Le pusieron trabas para que la investigación no avanzara
El rinspector, que declara por segunda vez ante el juez instructor del caso Kitchen, reconoció que su investigación sobre la caja B del PP sufrió "anomalías y presiones paralelas".
En su declaración anterior ante el juez García Castellón, en febrero de 2019, Manuel Morocho aseguró que durante su investigación del caso Gürtel la cúpula del PP y del MInisterio del Interior le pusieron trabas y puso como ejemplo que en 2015 intentaron sobrecargarlo de trabajo encargándole otros temas menores para evitar que avanzara.
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