La escasez de agua se intensifica en Montevideo, con reservas potables que apenas durarán diez días debido al descenso continuo de los niveles en la represa de Paso Severino. El presidente Luis Lacalle Pou advierte que la ciudad, junto con Canelones y San José, podría enfrentar un periodo sin agua potable si no llueve pronto.
El embalse de la represa ha disminuido a solo el 2% de su capacidad. Incluso si se producen lluvias, se teme que la absorción por el suelo seco minimice el beneficio para las reservas hídricas. Las estimaciones indican que, en las condiciones actuales, solo quedan 10 días de agua potable.
Para afrontar esta crisis, el gobierno ha asignado aproximadamente 40 millones de dólares para la construcción de infraestructuras de agua temporales, incluyendo un nuevo embalse y tuberías que llevarán agua a la planta de Aguas Corrientes. Sin embargo, se señala que estas obras, cuyo coste es aproximadamente la mitad de una represa previamente descartada, serán demolidas después de la sequía. Además, el coste adicional de 12 millones de dólares mensuales para medidas destinadas a la población más vulnerable se suma a la carga financiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario