En un movimiento corporativo implacable y despiadado, la multinacional de moda H&M ha anunciado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en España, marcando un oscuro capítulo para los derechos laborales en el país. Este ERE, que dictamina el cierre de 28 tiendas y afecta a 588 trabajadores, es un golpe bajo a la dignidad y estabilidad de cientos de familias.
Esta decisión de H&M, lejos de ser una medida económica justificada, es un acto de avaricia corporativa y un ejemplo flagrante de la deshumanización en el mundo laboral. Después de haber alcanzado acuerdos previos que prometían mejoras laborales y salariales, esta acción no solo rompe la confianza, sino que demuestra un desprecio total hacia el esfuerzo y la lealtad de sus empleados.
Es importante recordar que este no es un incidente aislado. En 2021, H&M ya había implementado un ERE, afectando a cientos de trabajadores, bajo la misma premisa de reestructuración. La repetición de este patrón evidencia una estrategia cruel y calculada para maximizar ganancias a expensas de los trabajadores.
La situación actual es aún más alarmante, dado que se produce en un contexto donde los empleados habían logrado mejoras significativas a través de movilizaciones y huelgas. Estos esfuerzos, que incluyeron el cierre de tiendas y negociaciones intensas, son ahora desvalorizados y traicionados por la empresa.
Ante esta realidad, es crucial que los consumidores y la sociedad en general tomen una postura firme contra H&M. El boicot a sus productos y tiendas no es solo una herramienta de protesta, sino un acto de solidaridad con los trabajadores afectados y una manera de exigir responsabilidad social a las corporaciones.
La lucha por la justicia laboral y el respeto a los derechos de los trabajadores debe ser un compromiso colectivo. No podemos permitir que empresas como H&M continúen con prácticas que desprecian la dignidad humana y destruyen medios de vida. Es hora de levantar la voz, apoyar a los trabajadores y exigir un cambio real y justo.
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