Las granjas peleteras expuestas: ninguna jaula es lo suficientemente grande

El reajuste de alojamientos en granjas peleteras no es la respuesta

Una reciente investigación científica ha revelado que las mejoras en los alojamientos de los animales en granjas destinadas a la producción de pieles, ya sean a través de optimizaciones en las jaulas o mediante alternativas, son insuficientes para garantizar su bienestar. La única alternativa que parece viable para asegurar el bienestar de visones, zorros y mapaches es la erradicación de dichas granjas.

El estudio aborda tanto la situación actual de los animales en estas granjas como las posibilidades científicas de mejorar su vida. Sin embargo, se llega a la conclusión de que ni la mejora de jaulas ni la implementación de sistemas alternos logran abordar las preocupaciones esenciales de bienestar de estas especies.

Con pruebas contundentes y basadas en la experiencia de varios países europeos, se indica que los esfuerzos por optimizar o expandir los sistemas de jaulas son inútiles. Estas estrategias no resuelven los problemas fundamentales que enfrentan estos animales al ser criados con fines peleteros.

Para finales de este año, se espera que la Comisión Europea dé a conocer una propuesta revisada en materia de bienestar animal. Aunque se sugiere que podrían establecerse normativas de bienestar "avanzadas" para los animales en granjas peleteras, la realidad es que estas condiciones siguen siendo insostenibles y crueles.

De hecho, 1,5 millones de firmas han sido presentadas a la Comisión, exigiendo una Europa libre de pieles. La mayoría de los Estados miembros también ha solicitado una prohibición total en la producción de pieles.

Este revelador estudio envía un mensaje directo a las autoridades europeas, dejando en claro que las propuestas centradas en enriquecer las jaulas en granjas peleteras están destinadas a fallar. Según expertos en la materia, tales como Mark Glover de "Respect for Animals", es imprescindible una prohibición total de estas prácticas para realmente garantizar el bienestar animal. Por su parte, Reineke Hameleers, del Eurogrupo para los Animales, enfatizó que la ciencia es evidente y ahora depende de la Comisión Europea actuar y poner fin a estas prácticas inhumanas.