A los futbolistas se les cuelga rápidamente la etiqueta de personas apolíticas, habitualmente adineradas, y con un escaso interés por lo que sucede en las sociedades en las que habitan. Y así puede ser en buena parte de los casos. Pero a lo largo de la historia de este deporte ha habido futbolistas que, de una manera u otra, no han tenido reparo en expresar sus ideas de izquierdas, y se han significado y comprometido por éstas, en algunos casos jugándose la vida y su puesto laboral.
El periodista Quique Peinado ha recogido sus historias y las ha reunido en un libro que acaba de ver la luz: Futbolistas de izquierdas (Léeme libros), prologado por el showman y presentador El Gran Wyoming y con epílogo del diputado de Izquierda Unida Alberto Garzón. Son relatos que van mucho más allá del fútbol y conforman un retrato de los personajes y sus circunstancias, de los momentos que vivieron en los países donde jugaron, algunos de ellos bajo dictaduras. Éste es un breve resumen de algunas de las biografías que repasa el libro.
A continuación incluimos dos de los perfiles de los 11 jugadores que se han incluido en el reportaje del número 5 de La Marea, que puedes encontrar aquí.
Cristiano Lucarelli: Celebrar los goles con la camiseta del Che Guevara
“Aunque no sepas nada de política y seas un niño, ves que casi toda la ciudad es de izquierdas. Sí, es difícil ser livornés y no ser de izquierdas”, afirma Lucarelli. El delantero aglutinó en sí mismo la esencia de Livorno: el amor por el club y la militancia en la izquierda. La primera vez que jugó en el estadio de su ciudad fue con la selección sub-21. Cuando marcó, corrió a dedicar el gol a los ultras enseñando una camiseta en la que se podía leer su lema,“El Livorno es una fe y los ultras sus profetas”, junto a la imagen del Che Guevara. Más tarde, el jugador renunciaría a la elevada ficha que tenía en el Torino para irse cedido al Livorno, en la Serie B, y fue decisivo en el ascenso de este equipo.
Ángel Cappa: El exilio del digno señor que denunciaba a los grandes capitales
El autor define a Ángel Cappa como un tipo de barrio, y “posiblemente el tipo más digno del fútbol mundial”. El argentino era miembro de un grupo de izquierdas llamado Peronismo de Base. “Los militares son, digamos, los enviados de los grupos económicos para imponer sus medidas en contra de los trabajadores y en favor de los grandes capitales”, cuenta Cappa. Meses después del golpe de Videla, logró salir de un control militar porque uno de los uniformados lo reconoció como exfutbolista del Bahía Blanca: “¿Vos sos Cappa, el que jugaba al fútbol?”, le espetó, y le dejó pasar. Tuvo que exiliarse en España.
P.D.: Y aprovechando que comparto con vosotras un artículo de la revista mensual "La Marea", os añado un link muy interesante donde explica como se financian --> http://www.lamarea.com/2013/04/28/nuestra-apuesta-por-el-trueque/
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