La lluvia no sólo no ha dado tregua sino que se ha ido haciendo más intensa conforme avanzaba la tarde, hasta el punto de que el agua corría en muchas calles del centro de Madrid. Además de ésta, el principal protagonista ha sido el despliegue policial, de hasta 1.400 antidisturbios, que ha tomado los alrededores del Palacio Real.
La manifestación, que ha sido convocada por la Coordinadora 25-S, tenía como objetivo llegar hasta el Palacio Real para permanecer allí de manera indefinida. Sus convocantes enfatizaron que la protesta concluiría con una “concentración indefinida” en “respuesta a las medidas antisociales que están tomando los Gobiernos estatal y regionales”, con el objetivo de apuntar a la monarquía como institución parte del entramado de poder en el país. Incluso se habló de hacer una posible acampada junto al palacio.
La coordinadora ha culpado al Gobierno de “vulnerar” el derecho a la manifestación. De este modo, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha repetido el patrón consistente en desplegar un enorme dispositivo policial que ya usó en los ‘Rodea el Congreso’. El mes pasado, Cifuentes sembró la duda sobre el carácter pacífico de la protesta: “La Policía nos informa de que hay grupos que pretenden realizar algún tipo de movilización con carácter poco pacífico durante este otoño”, aseguró, sin dar más detalles.
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