La huelga contra la 'ley Wert' y los recortes suma más apoyo que nunca

El objetivo: llenar las calles y vaciar (esta vez sí) las aulas. La huelga general de educación convocada para hoy en contra de la reforma del ministro José Ignacio Wert -en Catalunya, también se protestará contra la ley autonómica de educación, la LEC, y contra los recortes impuestos por la Generalitat- va camino de convertirse en una de las protestas más multitudinarias de los últimos tiempos, según apuntaban ayer todos los indicios. Unos 800.000 profesores, cerca de cinco millones de estudiantes y 10 millones de padres de alumnos están llamados hoy a secundar un paro en el que hay más convocantes que nunca y también más razones que la explican.
«Wert ha conseguido el consenso en negativo más amplio en torno a una ley educativa en la democracia española», denuncia Francisco García, secretario general de la federación de enseñanza de CCOO, que recuerda que los docentes han encajado «con un enorme disgusto y con mucha dignidad» las reducciones salariales y no han hecho huelga por eso. «La hacemos contra una ley sectaria, ideológica, recentralizadora, segregadora, que aumentará el fracaso escolar. También porque ataca la calidad de enseñanza, la equidad, la educación pública...»

... Y LOS RECORTES / Este curso hay 80.000 alumnos más y 25.000 profesores menos que desde la llegada de Wert al ministerio. Y otros 4.600 docentes menos en la universidad. En Catalunya, la tijera de la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, ha supuesto la desaparición de unas 3.000 plazas de profesorado en educación infantil, primaria y secundaria, cuando la población estudiantil ha aumentado en más de 30.000 alumnos. «Hasta los sindicatos más conservadores y la privada apoyan esta huelga», apostilla García.
Incluso Rigau ha admitido que «será difícil que una huelga convocada a nivel estatal no tenga respuesta también en Catalunya». Obviando que parte de las críticas de la marea amarilla (denominada así por el color de la camiseta que identifica a los manifestantes) se van a dirigir también contra su gestión y su decreto para aumentar el poder de los directores, Rigau ha augurado que la repercusión que tendrá la protesta en las comunidades que no están gobernadas por el PP, y que han mostrado una posición muy crítica con la ley Wert, puede ser importante.

de Rusia Today

LA CLAVE, LOS PADRES / En la mente de todos (de los convocantes y de los convocados) sigue aún fresco el recuerdo de la huelga educativa que mantuvo cerradas durante tres semanas las escuelas de Baleares. Para eso fue fundamental, la colaboración y la participación directa de las familias de los alumnos. Sin ellos, muy posiblemente, la movilización contra el decreto del trilingüismo del presidente Bauzá no habría tenido el impacto que tuvo. Para hoy, se espera una respuesta similar de los padres de toda España.
«La indignación va en aumento y la huelga de hoy será mayor que las anteriores. ¿Por qué la apoyamos y hay que hacerla? Porque se está atacando el derecho a la educación y los derechos de los ciudadanos. Y los ciudadanos no pueden consentirlo», clama José Luis Pazos, portavoz de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (Ceapa). «Como padres tenemos que luchar. Es un conflicto social total y hay que estar movilizados», sentencia Pazos.
Pero si la jornada de paro cosecha hoy todo el éxito que ayer se le atribuía será, en buena parte, gracias al apoyo que le va a dar la concertada, que en Catalunya representa el 40% de las escuelas. «Es una ley que salpica al profesorado. A todo el profesorado, porque lo desprestigia, no aborda el fracaso escolar y supone un ataque lingüístico», lamenta Daniel Checa, secretario de comunicación de USOC, mayoritario entre los docentes de la concertada.

«Ante una ley centralizadora, que solo evaluará conocimientos y no competencias y que ataca frontalmente el modelo lingüístico de la escuela catalana, no cabe otra postura que el rechazo», argumenta Carles Armengol, secretario de la Fundació Escola Cristiana, la principal patronal de la concertada en Catalunya. Para Armengol, quienes afirman que la LOMCE no traerá más que beneficios para la escuela privada, «están haciendo una interpretación sesgada de la ley». «Que los conciertos sean de seis años o que se pueda ceder suelo público no son cuestiones sustanciales para la mejora del sistema concertado», sentencia.
Las voces contrarias a la jornada de huelga (que las hay, entre ellas la Plataforma Unitària de Defensa de la Universitat Pública, la Pudup) argumentan, en su mayoría, que la celebración de un único de día de paro es insuficiente.

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