4 ene 2016

Marinaleda o el milagro de ser propietario por 15 euros al mes

Si le contáramos que ahora mismo usted podría ser propietario de una vivienda por la módica cantidad de 15 euros al mes, seguramente su primer acto reflejo sería echar mano de un calendario para cerciorarse de que hoy es 28 de diciembre. En pleno mes de julio no hay inocentada que valga y sí una especie de 'milagro', el que se les ha aparecido a los habitantes de Marinaleda en forma de casa.
En este pueblo de Sevilla donde la realidad supera a la ficción inmobiliaria es posible adquirir una residencia de alrededor de 36.000 euros (seis millones de las antiguas pesetas) a abonar en comodísimos plazos. Y no se crea que le hablamos de pisos modelo 'caja de cerillas'. Más bien, todo lo contrario: los adosados, con tres habitaciones y azotea, disponen de 90 metros cuadrados útiles y otros 100 de patio, que, llegada la necesidad, se podrían acondicionar para 'estirar' el espacio bajo techo.
La llave del misterio de las viviendas asequibles, en un momento en el que el adjetivo barato y el sector residencial no hacen precisamente buenas migas, la tiene Juan Manuel Sánchez Gordillo, veterano alcalde del pueblo andaluz.


36.000 euros por casa
«El Ayuntamiento facilita el suelo gratis a los vecinos que quieran implicarse en la construcción de su propia casa», explica. «También ponemos a su disposición los materiales y a un arquitecto que realiza el proyecto. Al final, la vivienda les sale por unos 36.000 euros, cuando el precio normal sería por lo menos el doble, que pueden ir pagando con cuotas de 15 euros al mes».
Hasta la fecha, Marinaleda ha asistido al nacimiento de 300 inmuebles de este tipo. En los próximos meses se espera la gestación de otros tantos hogares, que se repartirán entre los 3.000 empadronados en el municipio.
«El único requisito es no tener una vivienda», asegura Sánchez Gordillo. «Las solicitudes las hacen generalmente personas con un nivel de ingresos bajo, pero la verdad es que tampoco nos hemos visto obligados a hacer discriminaciones», responde cuando se le pregunta por el método de adjudicación de los unifamiliares, como si el derecho a la vivienda no fuera una entelequia en su pueblo.
Pero, ¿cuál es la fórmula mágica para que a las arcas del Ayuntamiento no estén llenas de números rojos? «Nos pasamos todo el día peleando con la Diputación de Sevilla y la Junta de Andalucía en busca de ayudas económicas», sostiene el regidor. «También empleamos los Fondos PER en este programa en lugar de hacer campos de fútbol o limpiar aceras», agrega.
La mejor 'prueba del nueve' es que llevan varios años promoviendo la autoconstrucción con respaldo municipal. Y que las cuentas, según los encargados de hacerlas, les siguen saliendo. «Yo creo que se pueden producir milagros si se pone sentido común a las cosas», manifiesta el alcalde del que sin duda será el pueblo más envidiado de España en materia residencial.

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