Decenas de asociaciones y colectivos han convocado para el 8 de marzo un paro de mujeres. Más que de una huelga convencional, se trata de un día de movilización que busca usar distintas formas de protesta para clamar contra la violencia de género, la brecha salarial, el acoso, la discriminación laboral y, en general, contra el machismo en todas sus formas.
En España, el llamamiento es a hacer un paro en las tareas de cuidados y también en el empleo productivo, que irán acompañados de huelga de consumo, manifestaciones, vigilias y concentraciones. Pero, ¿qué cobertura legal tiene este tipo de acción?
Las propias convocantes dicen que se trata de un día de protestas en la que cada mujer puede optar por la que prefiera o considere más oportuna: paros parciales en el trabajo, huelga de consumo, no consumir en empresas con publicidad o reclamos sexistas, no atender las tareas de cuidados...
El paro laboral es la acción que necesita de mayor cobertura legal. En España solo pueden convocar una huelga propiamente dicha los sindicatos más representativos a nivel estatal o sectorial, o los representantes legales de los trabajadores en una empresa. La convocatoria internacional del 8M hace un llamamiento a abandonar el puesto de trabajo durante unas horas. En España, concretamente, ese paro se hará de doce a doce y media del mediodía.
Solo el sindicato Confederación Intersindical (una central que concentra su presencia especialmente en el sector público, la sanidad, la educación y el sector ferroviario) ha convocado oficialmente para ese día paros parciales, que ya ha registrado en el Ministerio de Empleo y ha comunicado a las patronales CEOE y Cepyme. CCOO y UGT apoyan y secundarán la jornada de lucha, pero no ven necesario hacer una convocatoria general de huelga.
La responsable de la organización de mujeres de la Confederación Intersindical, Mari Luz González, explica que han convocado para dar "amparo legal" a todas aquellas personas que quieran secundar un paro. Los paros que han convocado son de 12 a 14 horas, de 18 a 20 de la tarde y de 21 a 23 de la noche, "para cubrir todos los turnos". "Nos llegaba información de gente que quería hacer paros en su empresa y decidimos dar el paso de convocar para dar cobertura y evitar represalias", dice González.
Esto quiere decir que cualquier persona puede comunicar en su empresa que el miércoles 8 de marzo se acoge al paro parcial convocado por la Confederación Intersindical. De ser así, la empresa, como en cualquier huelga, le detraerá el sueldo y la cotización correspondiente a ese tiempo de paro.
Por su parte, CCOO y UGT secundan y alientan las protestas y los paros, pero subrayan que una convocatoria de huelga general no es necesaria. "Es algo que hemos hecho históricamente. En muchas empresas convocamos paros o paramos un rato para celebrar una asamblea, hablar de discriminación, salir a la calle a hacer una acción simbólica... Lo nuevo es que el movimiento de mujeres se suma a ese paro laboral y lo amplía al terreno de los cuidados", afirma la secretaria de la Mujer de CCOO, Ana Herranz.
Eso sí, este paro reivindicativo debe hacerse previo diálogo y acuerdo de los representantes de los trabajadores y la empresa. "Si el comité de empresa lo pacta, no hay ningún problema. En algunas empresas incluso tenemos mesas reivindicativas donde se informa", apunta Herranz. Ese acuerdo debe también especificar si el paro implicará que la empresa detraiga el sueldo y la cotización o no.
La proyección de la jornada es internacional. Decenas de colectivos de más de 30 países, entre ellos España, han convocado una huelga internacional de mujeres. La iniciativa partió de asociaciones de Argentina y Polonia, donde en los últimos meses se han convocado protestas de este tipo contra la violencia machista y las restricciones al aborto, y se sumó a la Marcha de Mujeres estadounidense de enero contra la proclamación de Donald Trump. A partir de ahí estos colectivos lanzaron la idea de convocar un paro similar a nivel internacional.
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